Patronales y sindicatos siguen sin acercar posiciones para un nuevo pacto salarial tras la segunda reunión mantenida en la tarde de este miércoles. La patronal CEOE rechaza de plano indexar los sueldos a la inflación mientras los sindicatos aprietan por pactar bajos incrementos ahora que se vieran compensados con equiparaciones al IPC en años posteriores y así no perder poder adquisitivo. El reloj aprieta y cada reunión deja menos días hasta la publicación del próximo dato de inflación por parte del INE, lo que añadiría presión sobre los negociadores y dificultaría más cerrar un acuerdo que de momento se presenta difícil con un 7,4% de IPC. La intención inicial de los agentes sociales era tener cerrado el nuevo AENC antes de abril y para ello se han citado para reanudar las negociaciones el próximo martes.

Los agentes sociales siguen instalados en la lógica del tanteo, pese a que la voluntad tras la primera reunión era ya presentar este jueves -segunda cita- propuestas concretas de incrementos salariales. No las ha habido, según coinciden fuentes tanto de la patronal como de los sindicatos, y el cuerpo a cuerpo deberá esperar. Si bien los empresarios partían de una cifra cercana al 2,5% y los sindicatos del 5%, la clave de la negociación está en los mecanismos para compensar la inflación que vendrá y que todas las partes dan por seguro que se disparará hasta los dos dígitos durante el 2022. 

Y ahí entran las cláusulas de revisión salarial, que permiten actualizar los sueldos en función de la evolución del IPC. No obstante, de dichas cláusulas las hay de diferentes formatos. Uno es la indexación directa al IPC. Es decir, si ahora se pacta un 2% de subida y el IPC medio acaba el año en el 6%, las empresas deben abonar a posteriori esos cuatro puntos de diferencia. Algo que sería “un error”, según señalan fuentes empresariales. "Se debe de compensar la perdida de poder adquisitivo de los salarios", insisten desde la UGT.

“Hay diferentes opciones, ahí está el margen para negociar”, apunta una fuente sindical. Otra vía sería pactar un incremento fijo ahora y sumarle variables en función de la evolución de diferentes indicadores. En el AENC pactado en 2012 las partes diluyeron el peso del IPC en las revisiones añadiendo referencias de la inflación de la eurozona o de la evolución de precios del barril de Brent.  

Negociación colectiva desordenada

A falta de un acuerdo marco que ordene la negociación colectiva, esta avanza a trompicones y, como resume otra fuente sindical, cada convenio es “una trinchera”. De momento el incremento medio pactado en enero era del 2% y este jueves se conocerá el dato de febrero, que dejan constancia de una negociación con altos incrementos en algunos sectores y parcos en otros.

Uno de los acuerdos más recientes es el de los mataderos de aves y conejos, donde esta semana patronal y sindicatos cerraron una revisión salarial del 8’1% para 2021 y un incremento de un 4’25% para 2022. Y en el otro lado convenios como el del metal de Barcelona o el de metalográficas, ambos judicializados por el rechazo de las patronales a aplicar directamente las cláusulas de revisión salarial.