El ataque de Rusia a Ucrania ha provocado una sacudida en los mercados energéticos, con los precios del gas y del petróleo desbocados, y siembra aún más incertidumbres sobre la continuidad de suministros en parte de Europa, con algunos países tienen a Rusia como principal proveedor de gas natural y de crudo.

El Gobierno ya ha salido al paso para lanzar un mensaje de tranquilidad y ha confirmado que la seguridad de suministro energético en España está garantizada, aunque da por hecho que vienen precios aún más caros de los registrados en los últimos meses. "En España la garantía de seguridad de suministro está garantizada por otras vías. Rusia no es de nuestros principales suministradores ni por tubo ni por barco. La gran capacidad de acogida de gas natural licuado en nuestras terminales de gasificación nos permite ser muy flexibles", ha subrayado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

España activó ya hace meses un plan de choque para disparar el número de barcos que traerán gas al país, antes de la decisión de Argelia de cerrar, el pasado noviembre, uno de los gasoductos que suministran al mercado español. España no ha dejado de reforzar ese plan de choque en las últimas semanas para blindar el suministro. Enagás, el operador del sistema gasista, ha seguido celebrando subastas extraordinarias de slots para aumentar la capacidad de descarga en las plantas regasificadoras del país, con dos nuevas en los últimos meses.

Enagás ya ha adjudicado ya 54 slots adicionales a compañías gasistas para elevar el suministro por barco tras las nuevas subastas de las últimas semanas. Para el periodo invernal -entre noviembre y marzo- la compañía ha adjudicado un total de 145 slots de descarga en las seis plantas regasificadoras del país, una cifra muy superior a los 86 barcos que llegaron el invierno pasado. Desde el gestor gasista aún tiene margen para adoptar tomar más medidas si fuera necesario para elevar esa capacidad en coordinación con el Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC).

España cuenta con una posición de fortaleza con una red de seis regasificadoras operativas, que concentra un 30% de almacenamiento de gas natural licuado (GNL) de Europa y un 25% de toda la capacidad de regasificación del continente. Una posición que permite a España ser clave para dar cobertura a otros países europeos para garantizar su suministro.

"Una de las cosas que es importante es que se está reforzando la coordinación a nivel europeo”, ha apuntado Ribera. “Con el resto de países que se pueden ver afectados en mayor medida por esa incidencia de la procedencia del gas desde Rusia, se hace imprescindible reforzar la coordinación sobre donde deben descargar los cargueros procedentes de terceros países".

Impacto en el precio

El Gobierno sí alerta de que el ataque de Rusia tendrá un impacto evidente en los precios energéticos de unos mercados ya tensionados y que España sufrirá sus efectos como los demás países. "España puede verse afectada por los precios de la energía, en todos sus frentes", ha alertado Ribera. "Nosotros no somos ajenos a los mecanismos de configuración de precios en los mercados internacionales y esto incide en nuestros precios energéticos".

Desde el sector gasista se apunta, en línea con la vicepresidenta, que por el impacto de la guerra no es tanto por eventuales problemas de seguridad de suministro, como por el posible impacto que puede tener en el precio del gas natural en los mercados internacionales. Rusia concentró el 8,9% de las importaciones de gas españolas el año pasado, colocándose como cuarto exportador por detrás de Argelia, Estados Unidos y también Nigeria. En enero, el peso del gas ruso en enero cayó al 5,8% del total de las importaciones españolas. El sector gasista subraya que podría suplir el suministro de gas ruso fácilmente con compras de otros países proveedores y que el año pasado llegó gas desde 14 países exportadores.