Mala aceptación en Bolsa al anuncio de escisión de Naturgy. Las acciones de la compañía se han desplomado un 12% un día después de haber hecho pública su decisión de poner en marcha el denominado proyecto Géminis que segregará la empresa en dos sociedades cotizadas independientes con la misma estructura accionarial. Una formada por el negocio de infraestructuras reguladas (redes de distribución y transporte de electricidad y gas) y otra por el de generación y comercialización. 

La compañía que preside Francisco Reynés realizó el anuncio de escisión en la tarde del jueves, antes del cierre del mercado, y las primeras reacciones apuntaban a una buena acogida de los analistas, pues la empresa cerró la jornada con un alza del 1,72% (28,40 euros por título). Este viernes, las acciones han cerrado con un valor de 25,01 euros.

El analista de XTB, Joaquín Robles, quita hierro a la caída al asegurar que la noticia ha pillado por sorpresa a los inversores que "ante la incertidumbre prefieren deshacer posiciones y luego volver a entrar". Según su colega de eToro en España, Javier Molina, "los 30 euros, máximo histórico, marcan el nivel objetivo en el corto plazo".

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, restaba importancia a esta posibilidad de mala aceptación del mercado tras el anuncio y afirmaba que la operación es "buena para la compañía, clientes, accionistas y ‘stakeholders’". "Y si es buena para todos ellos, acabará siéndolo para la cotización”, apuntó.

Reynés ha presentado este viernes el proyecto Géminis a los analistas en una conferencia en la que ha reiterado que el objetivo es la "creación de valor" a través de la focalización del negocio en cada área de actividad. Así, Naturgy dará a luz a una empresa regulada y, por tanto, más estable y a otra liberalizada, con más oportunidades de crecimiento.

Al mismo tiempo, la segregación podría facilitar una operación corporativa en el futuro. Los directivos de la energética reconocieron ante los analistas que el grupo mantendrá su enfoque "oportunista" en este sentido; mientras Reynés negó el jueves que la intención sea vender.

Naturgy tiene un valor de empresa de unos 40.000 millones de euros, tras sumar su capitalización del jueves (27.000 millones) y la deuda a cierre de año (13.000 millones), que se repartirá entre las nuevas compañías con una asignación de deuda a determinar. Bankinter plantea que del total del valor del grupo, el 70% se atribuya al negocio regulado y el 30% al liberalizado, pues "la parte regulada, por su carácter de mayor visibilidad en generación de flujos, admite más deuda".

El banco español considera la división "una buena noticia" aunque sin potencial de revalorización. "El ratio precio-beneficio (número de años que la empresa va a tardar en generar los beneficios equivalentes al precio de la acción) de 2025 incluidos en su Plan Estratégico es de 18,5. La rentabilidad por dividendo (4,2%) es inferior a la de otras empresas del sector (REE, Enagás)", explica.

Credit Suisse entiende la lógica de separar las actividades, pero considera que la integración vertical tendría también sentido "en la fase actual de transición energética". Además, a su juicio, "el atractivo de las nuevas entidades como objetivo de fusiones y adquisiciones podría reducirse para la división regulada por su exposición a Latinoamérica y las redes de gas, y para la liberalizada, por la presencia de generación térmica y trading de GNL en el mix".