El Tesoro español disfrutó en 2021 de "un favorable acceso a los mercados financieros" y el Gobierno espera que esta tendencia se mantenga en 2022 a pesar de la progresiva retirada de estímulos monetarios que han emprendido los bancos centrales en general, y el Banco Central Europeo (BCE) en particular.

La prima de riesgo de la deuda española (diferencia entre el tipo de interés del bono español a 10 años y el alemán) se mantuvo en 2021 entre los 60 y los 70 puntos básicos, "en línea con los niveles prepandemia", y, según el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos Cuerpo, se esperan niveles similares para 2022 a pesar del proceso de normalización de la política monetaria en la zona euro.

"Creemos que la acción tomada por parte del BCE para la progresiva normalizacion de la política monetaria ya está bastante descontada por los mercados. Esperamos que el proceso no suponga cambios en cuanto a la fragmentación dentro de la zona euro y confiamos en un 2022 en línea con el 2021, sin sobresaltos", explicó Cuerpo este lunes durante la presentación de la estrategia de financiación del Estado para este año. Es decir, el Gobierno no espera que España sufra este año una penalización mayor en los costes de la deuda pública como consecuencia del giro de los bancos centrales forzado por el repunte de la inflación.

Estrategia para 2022

"En 2022 continuará la tendencia a la baja del coste medio del conjunto de la deuda, incluso en un escenario de normalización de la política monetaria, reforzando la sostenibilidad a medio y largo plazo", según el Ministerio de Economía. Según los datos presentados por Cuerpo, el Estado tendrá que pedir prestado este año a los mercados un total de 237.498 millones de euros de deuda bruta, el 10% menos que en 2021. En esta cifra se incluyen las emisiones para refinanciar títulos que vencerán este año (la mayor parte) y nueva deuda por un total de 75.000 mllones de euros (deuda neta), prácticamente la misma cantidad que en 2021 (75.138 millones).

Para la financiación del gasto público en 2022 el Estado contará, además, con 20.225 millones provenientes del Fondo de Recuperación Next Generation EU, según los desembolsos programados para este año. Si además, el Gobierno avanza en un nuevo 'miniplan' de Recuperación para solicitar a la Unión Europea préstamos por 70.000 millones con cargo al Next Generation, las cantidades se incorporarán a la estrategia de financiación del Tesoro, según explicó Carlos Cuerpo.

En sentido contrario, en 2022 comienza la amortización del préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) acordado en 2012 para el rescate bancario. De los 41.333 millones de euros iniciales, España ha amortizado ya anticipadamente 17.612 millones. Está previsto que los 23.72 millones restantes se amorticen en seis desembolsos anuales entre 2022 y 2027.

Balance de 2021

De momento, el Tesoro cerró un 2021 con unas condiciones muy ventajosas para la deuda pública. "Por primera vez el coste neto medio en el año ha sido negativo", del -0,04%, celebró Cuerpo. Es decir, en media los inversores pagaron intereses al Tesoro por comprar deuda pública española, en lugar de que el Estado tuviera que pagarles a ellos para animarles a comprarla. El 60% de la deuda emitida en 2021 se hizo a tipos de interés negativo y aunque el Tesoro tuvo que ofrecer una remuneración por el 40% restante, la media resultó del -0,04%.

Las favorables condiciones de acceso a los mercados financieros, unidas a la buena evolución de los ingresos tributarios y a la recepción del anticipo y el primer desembolso de los fondos del programa Next Generation EU, permitieron reducir en 25.000 millones el volumen de financiación captada en 2021. De esta forma, el Tesoro Público completó su programa de financiación el año pasado con una emisión neta de 75.138 millones de euros y una emisión bruta de 264.312 millones de euros, un 25% por debajo de lo previsto al inicio del año.

"Hemos aprovechado las favorables condiciones para ir minimizando riesgos futuros y para prepararnos ante el posible endurecimiento de las condiciones", explicó el responsable del Tesoro. Así, la estrategia aplicada permitió alargar a ocho años la vida media de la deuda publica en circulación y rebajar al 1,65% el tipo de interés del estoc. El pasado año el Tesoro desembolsó 1.281 millones de euros menos de intereses que en 2020, reduciéndose la carga de intereses al 1,95% del PIB. A pesar de las elevadas necesidades de financiación derivadas de la respuesta a la pandemia, el Tesoro mantuvo la confianza de los inversores internacionales, que ostentan en torno a un 44% de la deuda española.