“La aparición de nuevas variantes del covid entraba dentro de lo previsible. La recuperación del sector aéreo ya es una realidad, pero es bastante probable que esté llena de altibajos”. Así resume con cierta resignación Javier Gándara, director general de la aerolínea easyJet para el Sur de Europa y presidente de la patronal española del sector ALA, la situación a la que se enfrenta la aviación comercial por el impacto de la aparición de la variante ómicron.

El miedo a una nueva sexta ola descontrolada y a que la nueva variante se confirme como de mayor riesgo que las ya conocidas, ha empujado a muchos países a recuperar o intensificar las restricciones a la movilidad aérea o a retomar controles de entrada más severos mediante pruebas diagnósticas o cuarentenas. “Es fundamental que las restricciones que pongan los países sean razonables y que se apliquen manera coordinada con el resto de estados europeos”, subraya Gándara. “Es un problema si cada país va por su lado y aprueba restricciones por su cuenta”.

El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que agrupa a 60 compañías que operan en el mercado español, destaca la calidad y facilidad de los controles de entrada de pasajeros internacionales que España ha conseguido aplicar en sus aeropuertos. “España es el país que mejor ha implementado el control de entrada de pasajeros internacionales”, sentencia Gándara. “Es el único país que chequea al 100% de los pasajeros que vienen de fuera y a la mayoría lo hace de manera totalmente telemática”.

El máximo ejecutivo de la low cost easyJet ensalza que, frente a los controles aleatorios y parciales de otros países, los servicios de Sanidad Exterior españoles han conseguido generalizar totalmente el control de cada pasajero y hacerlo de manera digitalizada íntegramente en la mayoría de los casos. Todos los pasajeros de vuelos internacionales disponen de un código QR que es controlado en origen y en destino, y que en el aeropuerto español indica si el viajero cuenta con pasaporte europeo digital covid o si se ha de proceder al control documental para certificar su vacunación o que cuenta con pruebas diagnósticas negativas.

Recuperación del ‘low cost’

La recuperación del tráfico aéreo en España, según las previsiones del sector, aún tardará dos o tres años en ser total. Desde ALA se anticipa que no se alcanzarán los niveles de demanda de pasajeros previos a la pandemia hasta 2023 o 2024 en el mercado aéreo español. En ese proceso de reactivación, el de las aerolíneas de bajo coste promete ser más rápido y podría adelantarse ya al próximo año.

“El low cost tiene una ventaja, y es que tiene como negocio principal justo el que se recupera antes tras una crisis: los vuelos de corto y medio radio y el pasajero vacacional o que visita a la familia. Generalmente son segmentos que tienen una recuperación más rápida. Las aerolíneas tradicionales de red tienen también actividad de largo recorrido y de viajero de negocios, que tienen una recuperación más lenta”. Así está pasando.

Según subraya Gándara, easyJet ya está registrando reservas de billetes de cara al próximo año superiores a las de antes de la pandemia y confía en recuperar todos sus vuelos y alcanzar la oferta de asientos precovid en la próximo temporada alta de verano, en algún momento de entre julio y septiembre de 2022, tanto en España como en el conjunto de Europa. Actualmente la aerolínea de bajo coste británica sigue operando con entre un 70 y un 75% de su capacidad total y sólo ha recuperado en torno a un 60% del tráfico de pasajeros prepandemia.

El grupo easyJet, uno los gigantes del bajo coste del mercado europeo, registró unas pérdidas de 858 millones de libras (unos 1.010 millones de euros) en su año fiscal -con cierre en septiembre-, con lo que mejora los números rojos de 1.079 millones de libras del ejercicio anterior.