La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha reclamado al ministro de Presidencia, Félix Boñalos, en una nueva reunión el cumplimiento del acuerdo para regular los alquileres, sobre todo de los grandes propietarios (más de 10), y ofrece dejar para después el caso de los pequeños tenedores.

Lo han asegurado a Efe fuentes de Podemos, después de que a primera hora de este lunes se reunieran Belarra y Bolaños para zanjar esta cuestión imprescindible para el socio morado de la coalición de Gobierno en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado de 2022.

Según han subrayado las fuentes, el PSOE está acelerando la negociación porque quieren cerrarla este mismo lunes, pero Podemos asegura que su socio socialista no se mueve de su posición.

Belarra aceptaría esa propuesta buscando también otras medidas para que los propietarios de menos de diez viviendas bajen asimismo los precios de los alquileres al margen de la regulación incluida en la ley.

En declaraciones a los medios, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha subrayado que "lamentablemente no hay acuerdo" y que el bloque que plantea Podemos está sin resolver y ha insistido en que "hay distancia" en el bono social o en materia de vivienda.

"No soy capaz de entender por qué razón no se hace lo que se está haciendo en los países europeos", ha dicho sobre la regulación de los alquileres al asegurar que en España las familias dedican el doble a pagar la renta de su vivienda.

Pese a la falta de acuerdo en esos momentos, la ministra se ha mostrado segura de que avanzarán estos días y que por ellos no quedará.

Fuentes de la parte socialista del Ejecutivo han señalado por su parte que se están intensificando las negociaciones porque urge cerrar este tema y aunque no se puede decir que ahora mismo haya un acuerdo, sí se están produciendo movimientos "y hay cierta flexibilidad por ambas partes".

Fuentes moradas explican que en la reunión de este lunes Belarra propuso iniciativas que solo afectasen a los grandes tenedores de viviendas —aquellos que tienen más de 10 inmuebles—, dejando la regulación de los pequeños propietarios para más adelante. Los socialistas, aseveran las mismas voces, rechazaron la propuesta. Así, sostienen que la posición de sus socios "impide que se avance y haya un acuerdo en la ley y en el borrador de Presupuestos". En otras palabras, no darán su visto bueno a las nuevas cuentas hasta que el PSOE se avenga a regular los alquileres.

"Los jóvenes españoles no necesitan paternalismos sino poder emanciparse para acceder a una vivienda. Hoy esto es un imposible y, por tanto, lamento decirles que no hay acuerdo. Estoy segura de que avanzaremos estos días y desde luego por nosotros no va a ser. Cuando el PSOE quiera estamos dispuestas", sentenció la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, lamentando la negativa de sus socios.

Disgusto por la indiscreción

Su compañera en el Ejecutivo y vicepresidenta primera, Nadia Calviño, no piensa igual. Este lunes aseguró que el problema de vivienda "no se resuelve con una medida o una ley". La solución, explicó en la Cope, pasa por abordar cuestiones como un programa de vivienda pública o aumentar las vivienda en alquiler. Además, enfatizó que se debe lograr un equilibrio porque "hay que proteger a los inquilinos, pero también a la clase media del país".

En el equipo de Bolaños no querían este lunes hacer apenas comentarios. Sí confirmaron la cita con Belarra de la mañana, pero se negaban a "radiar" las conversaciones, y advertían de que solo hablarán de los acuerdos "cuando estén cerrados". "Se sigue trabajando de manera intensa para cerrar la negociación en breve", apuntaron fuentes del Ministerio de la Presidencia a este diario. 

Pero que no había gustado que Unidas Podemos airease la cita fue evidente por las palabras que, ante los periodistas, pronunció Eva Granados, portavoz socialista en el Senado, tras la reunión del comité organizador del 40º Congreso del PSOE, del que es portavoz. "Estamos en un Gobierno, y en un Gobierno se debate, se discute, pero no se hacen ultimátums ni se condiciona. Se sienta y se negocia", advirtió en rueda de prensa desde Ferraz, llamando a los socios de coalición a la discreción.

La "cohesión del Gobierno"

Granados remarcó la postura del partido en los dos asuntos en los que aprietan los morados. Fiscalidad y vivienda. Sobre lo primero, apuntó que también es "importante" para los socialistas, y recordó que quienes han aprobado "siempre" reformas tributarias progresivas han sido ellos. Y sobre la segunda cuestión, señaló el contenido de los últimos Presupuestos, los de 2021, en los que se recogió un "aumento exponencial" de las partidas destinadas a vivienda y una "apuesta decidida" del Ejecutivo por la rehabilitación y por un parque social de pisos que dé respuesta a las demandas de los jóvenes. 

"Esa es nuestra obsesión, que trasladamos en las mesas en las que hablamos con nuestros compañeros de Unidas Podemos y no en ruedas de prensa, porque lo que espera el conjunto de los ciudadanos es la cohesión del Gobierno y mensajes claros de que vamos a tener los mejores Presupuestos para la situación que estamos atravesando ahora", se despachó Granados, quien añadió que España dispone ya de los fondos europeos y ha comprometido con Bruselas las reformas pendientes, que "se están pactando y que llegarán al Consejo de Ministros y al Congreso", "más allá de declaraciones de los compañeros de coalición". 

Una severa e inesperada amonestación de la dirigente socialista que traslucía, por tanto, la tensión entre los socios en la recta final de las negociaciones. Porque el tiempo se agota. La pretensión de la Moncloa es que el proyecto de ley vea la luz o bien esta semana (no mañana martes, en cualquier caso) o bien la próxima, sin descartar la convocatoria de un Consejo de Ministros extraordinario. Con ello, Pedro Sánchez llegaría al 40º Congreso del PSOE, que arranca el 15 de octubre en València, con el texto presupuestario bajo el brazo.