El grupo cordobés Magtel, dedicado a la construcción, la ingeniería y las instalaciones energéticas, plantea la construcción de una megahidroeléctrica de bombeo a partir del embalse de Prada, en Orense, que ya usa Endesa para la principal central de la zona, y el embalse de Santa Eulalia, en la misma provincia, del que sale el agua de otras instalaciones de Iberdrola.

Según informa el Faro de Vigo, el promotor oficial que figura en la documentación remitida al Ministerio para la Transición Ecológica es Santa Eulalia Energía, una sociedad creada por Magtel hace menos de un año, el 30 de septiembre de 2020. Su intención es levantar una central reversible “que, además de suministrar energía a la red eléctrica, contribuya a dotar al sistema de generación de capacidad de regulación suficiente frente al creciente desarrollo de las instalaciones de generación no gestionable”, señala la compañía en referencia a la tecnología eólica y la solar.

Las instalaciones de bombeo cumplen las mismas funciones que una hidroeléctrica convencional. Sueltan agua del embalse para mover turbinas y producir electricidad. ¿Qué les hace diferentes? Que en momentos de mucha generación y poco consumo, especialmente por las noches, pueden emplear la energía sobrante del sistema para llevar el agua otra vez a la balsa. De hecho, a la espera del desarrollo de baterías, en estos momentos son la única vía para almacenar electricidad a gran escala.

"Soluciones innovadoras"

En el documento ambiental, Magtel recuerda que la propia Comisión Europea “destaca el importante papel de la soluciones innovadoras de almacenamiento energético para garantizar la integración de las fuentes de energía renovable en la red de la Unión Europea” con el bombeo “como la principal tecnología; y que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2021-2030) desarrollado por España para adaptarse a los objetivos comunitarios contempla un incremento de 6.000 megavatios (MW) en potencia de almacenamiento para llegar a 16.000 en hidroeléctricas y 9.500 en centrales reversibles.

La prevista por Magtel en Galicia suma 160 MW de bombeo construida en caverna. Estima una inversión de 191,5 millones de euros, IVA incluido, y 36 meses de ejecución con una media de 282 trabajadores y el pico por encima de los 400 en los momentos de más trabajo. Una vez que entre en funcionamiento, la plantilla será de 12 operarios. Las instalaciones se ubican en un espacio conocido como O Franxón, entre los embalses de Prada, donde estará la toma superior de agua, y de Santa Eulalia, a 9,2 kilómetros del núcleo de población principal de A Veiga.

“Si el proyecto no se instalase supondría la pérdida de un almacenamiento de 800 MWh con una potencia de 160 MW conectado al nudo eléctrico de Puente Bibey”, esgrime la compañía, que insiste en la importancia de “dotar de gestionabilidad a la red eléctrica ante el continuo desarrollo de instalaciones de energías renovables no gestionable”. Entre otros datos, llama la atención que el documento entregado a Transición Ecológica analice la curva de llenado de los dos embalses con supuestos datos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, a pesar de que son competencia de la del Miño-Sil.

Endesa ya confirmó al Faro de Vigo que ha presentado alegaciones al proyecto porque la nueva central condicionaría la gestión de su hidroeléctrica de Prada, que tiene una potencia de 66,4 MW y 24.000 litros por segundo en el caudal de la concesión.