Coincidiendo con el tercer aniversario del nacimiento de la marca Cupra bajo el paraguas empresarial de Seat, el presidente de ambas compañías, Wayne Griffiths, ha reconocido el buen ritmo de las negociaciones con el Gobierno para producir un vehículo eléctrico en España. El modelo se basará en la nueva plataforma small BEV desarrollará en Seat. Para ello, el propio Herbert Diess (presidente de consorcio automovilístico alemán al que pertenecen Cupra y Seat) ya ha viajado varias veces a España en los últimos meses para atar los cabos de esta colaboración industrial, algo que se encuentra en una fase muy avanzada.

El presidente de Seat considera que la apuesta por la el modelo eléctrico debe ser clara, y para ello exige al Gobierno ayudas para promocionar la compra de coches eléctricos y reforzar el desarrollo de una buena infraestructura de recarga. "España no puede perder el tren de la electrificación y para ello el Gobierno tiene que apostar por ella", afirma Wayne Griffiths. Para el directivo, nuestro país debe jugar un papel importante en este terreno. Es por eso que la compañía española invertirá 5.000 millones de euros en los próximos cinco años para conseguir la producción de un vehículo eléctrico, algo que confirmará "en las próximas semanas".

Seat podría desarrollar esa nueva plataforma eléctrica que también serviría para otros modelos del grupo alemán. Recordemos que actualmente se están produciendo tres coches del segmento B en las plantas de Seat en Martorell (Seat Ibiza y Audi A1) y de Volkswagen en Navarra (el Volkswagen Polo). La idea es iniciar la producción en 2025. En esa fecha, según Griffiths, con la consolidación del proceso de electrificación de la gama de productos de Cupra, los coches dejarán de lucir el nombre de la marca en su zaga para pasar a llevar los de cada modelo.

Una fábrica de baterías

La construcción de una fábrica de baterías para acometer esta producción es clave. "Es impensable que no haya una planta de baterías en España. Es importante tener un centro de ensamblaje cerca de la cadena de producción, pero también lo es disponer en el país de una fábrica de celdas para estas baterías", explica el presidente de Seat. "Esta factoría debería prestar servicio a toda la industria, no solo para el consorcio de Seat, no en exclusiva, sino que debería servir para todos los fabricantes de coches", reconoce. Para ello, el entente con el Gobierno es primordial.

Esta fábrica de baterías tiene algunos candidatos, "sabemos de algunas comunidades que están interesadas", reconoce Griffiths. Una de ellas es, obviamente, Cataluña. La salida de Nissan de la Zona Franca de Barcelona ha vertido toda serie de rumores sobre la posibilidad de que allí se ubicara esa planta, algo que no se descarta. No obstante, en ensamblaje de las baterías de Seat se realizaría en la planta de componentes que la marca tiene en El Prat (muy cerca de Zona Franca).

Los terrenos de Nissan

Precisamente este lunes se ha reunido la comisión para la reindustrialización de las plantas de Nissan, con un avance importante. La consultora Metyis ha oficializado su renuncia al recurso que interpuso en el Tribunal Central de Contratación, tal como ya avanzó EL PERIÓDICO. "Está previsto que la consultora KPMG pueda retomar esta misma semana su tarea de asistencia técnica de los trabajos de la Comisión, una vez que Metyis (antes YGroup) haya retirado el recurso presentado contra la licitación ministerial, a instancias de la representación social", según ha confirmado Nissan en un comunicado compartido con la Administración y los sindicatos.

El paso atrás de Metyis permite desatascar las operaciones de coordinación para captar posibles proyectos para instalarse en Zona Franca, una vez Nissan finalice definitivamente sus operaciones. Dicha fecha está prevista para el 31 de diciembre de este año y la intención de la compañía es aceptar una de las ofertas que van llegando para finales de septiembre. Ahí podría entrar ese proyecto de fabricante de baterías que encajaría con las pretensiones de Seat de ensamblar un vehículo eléctrico en Martorell.

De momento, uno de los proyecto más bien posicionados a ese respecto es la firma surcoreana LG Chem. No obstante, postulantes para captar esas inversiones y construir en sus territorios una fabrica de baterías no faltan en la Península Ibérica. Aragón, Valencia y un consorcio vasco navarro ya han alzado la mano y se han ofrecido a acoger dichas instalaciones.