Las bolsas europeas comenzaron la semana con el pie izquierdo y los números negativos empañaron el balance del Ibex 35. Que, no obstante, ha conseguido retener la cota de los 8.100 puntos, pese al retroceso del 0,48% que experimentó durante la jornada del lunes. La comparecencia de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en la que reconoció que vigila «de cerca» la evolución de los tipos de interés no insufló un gran optimismo entre los parqués del Viejo Continente.

Los reproches comerciales entre Estados Unidos y China tampoco contribuyeron. Pekín exigió a Biden una retirada de los aranceles y otros giros respecto a la anterior línea de Tump. El del Ibex fue el segundo mayor descenso entre las principales plazas europeas,después del de Milán, que retrocedió el 0,55%.