—De lo poco en lo que están de acuerdo patronal y sindicatos sobre cómo debe ser la reconstrucción del país es que necesita más industria. ¿Coincide?

—España debe cumplir con el compromiso de alcanzar el 20% del PIB industrial. Cada día nos alejamos más de ese porcentaje. Un país sin una industria solvente, sostenible y digitalizada de arriba a abajo no puede avanzar. La calidad del empleo está sustancialmente en los vectores industriales. Tenemos dos muy malas culturas, la de la precariedad y aquella que decía [Carlos] Solchaga de que «la mejor política industrial es la que no existe».

—¿Tiene el Estado que entrar a participar directamente en proyectos industriales?

—El Estado ya lo está haciendo. ¿Hay que ir a un modelo más parecido al francés? Las decisiones en los consejos de administración no se toman en función del modelo productivo del negocio, sino de los dividendos que pueda percibir cada uno de los consejeros. Parece que tiene sentido que una empresa no pueda decidir unilateralmente el futuro de ese valor productivo.

"Hay que aprobar lo pactado en el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Podemos"

—¿Sería más fácil la continuidad de Nissan o Alcoa si la autoridad laboral recuperara la capacidad de autorizar o vetar ERE?

—No.

—¿Por qué no?

—Nada tiene que ver que una multinacional presente un ERE o un ERTE con que tome la decisión de llevarse su empresa de un país. Ya querría yo que todo fuera tan sencillo. Aunque sí que me gustaría recuperar esa autorización administrativa.

—¿La derogación de la reforma laboral debe ser total o parcial?

—Lo que hay que hacer con urgencia es aprobar lo pactado en el acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos.

—¿Sobre esto sigue habiendo sintonía dentro del Gobierno?

—La reforma laboral no es para nosotros una consigna o un fetiche. Es algo muy serio. La reforma laboral del PP fue la primera decisión que tomó Mariano Rajoy cuando llegó al poder. Fue impuesta y sin diálogo social. Supuso la modificación de 20 preceptos, cinco leyes, cinco reales decretos y alguna directiva. Estaba bien pensada para los objetivos del PP. Tenemos que abordarla con tranquilidad y estoy segura de que el Gobierno coincide en su integridad con lo firmado.

"La continuidad de Nissan o Alcoa no se soluciona autorizando o vetando un ERE"

—¿Antes de septiembre habrán aprobado parte de esa contrarreforma?

—No me gusta dar plazos, porque no depende solo de mí. Cuando transitemos esta pandemia, la agenda legislativa se retomará. Pero sin caer en las consignas.

—Los sindicatos alertan de que en otoño puede haber una bajada salarial si no se derogan algunos de esos aspectos...

—Los sindicatos tienen razón. Durante esta pandemia ya hemos esquivado la reforma laboral del PP con decretos. Si no llegamos a actuar, los empresarios hubieran hecho lo que en la anterior crisis. Despidos masivos, descuelgues salariales, modificaciones sustanciales a tropel...

—¿Habrá contrarreforma pues en otoño?

—No me gusta dar plazos. En política nunca sabes qué va a pasar… Se va a hacer, obvio.