El Tesoro Público prevé elevar la emisión neta en 97.000 millones de euros este año hasta los 130.000 millones de euros como consecuencia del aumento de deuda pública derivado del enorme gasto de la crisis del coronavirus y los menores ingresos como consecuencia de la contracción económica. Así lo detalla el organismo en una revisión de su programa para hacer frente a una pandemia que "está teniendo importantes consecuencias económicas" en España.

Un objetivo de emisión que se convertiría en el más alto de su historia, superando incluso el del año 2009, cuando se propuso captar 110.000 millones. No obstante, según fuentes de este organismo, el Tesoro espera descontar de esta cifra 15.000 millones de euros que España podría recibir del sistema de reaseguro de empleo (SURE), así como el importe que perciba del fondo de reconstrucción de 500.000 millones pactado entre Francia y Alemania, todavía pendiente de aprobación.

En términos brutos, el Tesoro Público estima una necesidad de financiación para el año 2020 de 297.657 millones de euros, de los que 185.969 millones se prevén financiar mediante bonos y obligaciones y 111.688 a través de letras del Tesoro.

Acelerón a las emisiones

Desde que estalló la crisis del covid-19, el Tesoro comenzó a acelerar sus emisiones, de manera que ya ha financiado 143.491 millones de euros en el mercado, el 48,6% del nuevo objetivo establecido para 2020, de los cuales 101.738 millones han sido a medio y largo plazo (54,9% del objetivo) y 41.753 millones de euros han sido en letras (37,9% del objetivo).

El 24 de marzo emitió una referencia a siete años, a la que han seguido otros muchos emisores soberanos europeos, especialmente la sindicación realizada en abril, cuando se emitió un nuevo bono a 10 años por 15.000 millones de euros, el mayor importe emitido en una referencia en la historia del mercado de capitales. Además, obtuvo el récord de demanda recibida por cualquier emisor público o privado para una sola referencia, superando los 96.500 millones de euros.

A pesar del incremento en las necesidades de financiación y de la volatilidad financiera global, el coste medio de las nuevas emisiones en lo que va de año es del 0,31%, mientras que el coste medio de la deuda en circulación continúa contrayéndose y se sitúa en un mínimo histórico de 2,02%. En 2019, las ratios de carga de intereses con relación al PIB (2,2%) y con relación a los ingresos de las Administraciones Públicas (5,8%) se situaron en los mismos niveles que en 2004. La carga anual de intereses del conjunto de las Administraciones Públicas ha descendido en casi 7.000 millones de euros desde 2013, pasando de 35.405 millones a 28.450 millones de euros a finales de 2019.