La crisis del coronavirus y el parón en la economía española por el estado de alarma en el que está sumido el país han puesto contra las cuerdas al sector inmobiliario. Hasta ahora, ha Coexiste una doble realidad que explica la inercia que aún pervive de una actividad al alza hasta febrero, que se reflejan en las obras que no se paran, con la huida de la demanda hacia el confinamiento. Producción y precios se resentirán, aunque nadie está en condiciones de predecir las magnitudes de la nueva crisis del sector que peor parado salió del cataclismo económico anterior.

En las obras se está trabajando con cierta normalidad a nivel nacional. Sí se aprecian ciertos problemas de abastecimiento de suministros tanto en las Islas Baleares como en las Canarias, pero en general la situación está más normalizada que la semana pasada, quien así se expresa es Daniel Cuervo, secretario general de la APC España. El transporte de mercancías está funcionando correctamente y esto facilita que pueda continuarse con la obras que se encuentran en ejecución. Si esta circunstancia cambiase ya veríamos cómo podría impactar en el funcionamiento de la actividad, agrega. pero esa situación mantenía su vigencia hasta el pasado viernes. El último decreto del Gobierno impide que se mantenga esa actividad, no considerada esencial.

La actividad residencial ya se había paralizado de forma notable. Hay una brusca caída en este mes de marzo. "La actual situación tendrá un impacto claro en el mercado y la previsión es que la afectación sobre los datos anuales totales de operaciones dependa claramente de la duración de esta situación y de la recuperación en cuanto este periodo finalice", afirma Iheb Nafaa, consejero delegado de Servihabitat, el 'servicer' participado por Caixabank. "Se están barajando caídas totales de entre el 20% y 25% de las transacciones habituales", agrega. Algo casi inevitable a juzgar por las expectativas de descenso del producto interior bruto (PIB), que Servihabitat considera que puede estar el 3% y el 7%. Nafaa, además, apunta que la recuperación no será inmediata, sino en forma de U.

"Tocado de muerte"

El sector está "tocado de muerte", dramatiza la presidenta de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) de España, Nora García. Los profesionales que se ocupan de intermediación, de las ventas, consideran que las empresas del sector tendrán enormes dificultades para "reponerse" cuando termine el confinamiento: "Ya veníamos con un poco de frenazo y esto ha sido la puntilla", ha lamentado. Lo cierto es que las estadísticas de compraventas de viviendas de marzo compararán bastante mal con las de enero (últimas disponibles), mes en que cambiaron de mano 46.927 viviendas. Dos meses de parón pueden suponer casi 100.000 operaciones sin realizar.

La actividad de los agentes de la propiedad inmobiliaria resulta inviable y comporta la paralización efectiva de su trabajo, explica Gerar Duelo, presidente de ese colectivo. "Debería estar contemplada expresamente en la lista de actividades limitadas por el decreto 463/2020. Así este colectivo, que representa a 46 colegios de toda España y a unos 10.000 agentes, reclama que las empresas del sector puedan acogerse a los expedientes de regulación temporal de empleo. Dada la premura con que se ha elaborado la normativa, han quedado vacíos legales que perjudican a determinadas actividades, entre ellas, la de agente de la propiedad inmobiliaria, que ve imposible el desarrollar su trabajo habitual, insiste Duelo.

Comercialización paralizada

La comercialización inmobiliaria ha quedado "paralizada al 100%" y se resume ahora en mantener vivo el contacto con potenciales clientes para que, cuando pase el estado de alarma, se puedan reactivar las ventas. Las operaciones han caído radicalmente, comenta Albert Bosch, consejero delegado de Housfy, primera inmobiliaria online española. Antes de la crisis sanitaria estábamos realizando hasta ocho ventas diarias, y estas han caído progresivamente hasta parase, agrega.

Según su experiencia, el confinamiento ha servido para que se mantengan las demandas de información, particularmente por lo que se refiere a hipotecas la inmobiliaria también comercializa crédito para viviendapor parte de gente interesada en comprar, que sin embargo ha decidido posponer la operación de compra. La gente quiere visitar las casas y eso ya no lo podemos hacer. Nuestra actividad se ha visto reducida a contactar con los clientes para darles ánimos y recordarles que seguimos aquí, describe la presidenta de FAI.

Además, si se acabara de concretar alguna operación que ya estaba bastante avanzada, tampoco se podría cerrar, porque eso implicaría ir al notario a firmar y no está contemplado en la actual situación de confinamiento. El interés sigue vivo, pero no se pueden finalizar operaciones, ha comentado Miquel Laborde, socio de la inmobiliaria Laborde Marcet, especializada en el sector comercial. El interés de los inversores sigue intacto, pero no se puede concretar nada, agrega.

Planes de inversión

También se congelan los planes de inversión en el sector. Colonial una de las mayores socimis españolas especializadas en oficinas ha decidido aplazar el 40% de la inversión total de 150 millones que tenía previsto ejecutar este año en rehabilitación y desarrollo de edificios, esto es, unos 60 millones de euros, "con el consiguiente retraso de alguno de estos proyectos", ante la situación de crisis generada por la pandemia del coronavirus.

En el ámbito del negocio, Colonial indica que, por el momento, ninguna de las empresa e instituciones que tiene como inquilinos de sus oficinas ha planteado "contingencia significativa alguna".

En este sentido, la socimi dice que sólo espera "algún impacto en el segmento de pequeñas empresas del sector del comercio y el ocio, ámbito que, no obstante, supone "menos del 2% de su cartera de rentas de alquiler.

Colonial asegura que, en estos casos, su política será aplazar cualquier pago inmediato de rentas de aquellas pequeñas compañías que puedan tener dificultades financieras.