Los motores diésel están perdiendo la batalla de la imagen. Las ventas caen mientras los fabricantes, asustados por un desplome que amenaza sus cuentas de resultados, se esfuerzan por culpar a los políticos y al desconocimiento. ¿Tanto contamina el diésel? ¿Tienen razón las patronales cuando afirman que se está demonizando al gasóleo de modo injusto? Estudios muy recientes avalan la creencia de que los diésel, incluso los más modernos, están haciendo un enorme daño al medio ambiente y a la salud, claramente superior al causado por los motores de gasolina.

ANTECEDENTES

‘DIESELIZACIÓN’ EXPRÉS Vayamos por partes. Primero los antecedentes. Los vehículos de combustión emiten dos tipos de gases altamente perjudiciales: los diésel vierten una gran cantidad de óxidos de nitrógeno (NOx), mientras los gasolina se llevan la palma en el dióxido de carbono (CO2). Tras ser identificado éste último como el principal causante del cambio climático, Europa decidió apostar por el gasóleo otorgándole numerosos beneficios fiscales y vendiendo la imagen de que era ecológico. Estos privilegios, muy acentuados en España, y el menor consumo de sus motores, cimentaron un enorme éxito. Tanto que en el 2007 llegaron a copar el 70,9% de las ventas en nuestro país, situándolo a la cabeza de la dieselización de Europa.

LÍMITES DE EMISIONES

PRIMERAS ALARMAS Hasta la pasada década Europa no fue consciente del enorme daño que los óxidos de nitrógeno de los diésel estaban causando a la salud por su alta concentración en las grandes ciudades. La UE atribuye a los NOx la muerte prematura de 20.000 personas al año en España, 10 veces más que los accidentes de tráfico. Cuando saltaron las alarmas empezaron a entrar en vigor, a partir del 2006, límites de emisiones cada vez más estrictos que teóricamente debían domesticar el potencial contaminante de los motores de gasóleo. También se indicó a los países que debían retirarles los privilegios fiscales, algo que España no ha empezado a plantearse hasta a la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez, con la equiparación gradual del tipo impositivo al de las gasolinas. El lobi del automóvil aún saca pecho hoy «por el gran esfuerzo tecnológico» realizado desde 2006 para adecuarse a estas normas y circunscribe el problema de la polución a los vehículos más antiguos. A su juicio, son solo éstos los que deberían sacarse de la circulación con nuevos planes Renove.

ESCÁNDALO

EL ‘DIÉSELGATE’ El estallido del diéselgate el año 2015 ha puesto al descubierto que la afirmación de los fabricantes es en gran medida falsa. El trucaje masivo del mecanismo de control de emisiones -solo se activaba durante las pruebas de homologación--, llevada cabo por Volkswagen puso en circulación durante años a más de 11 millones de vehículos que podían pasar los controles oficiales pero luego en la calle emitían hasta 40 veces más. Mientras la gran mayoría de los coches trucados sigue circulando en estas condiciones, la sospecha se ha extendido luego a otras compañías, como Opel, Audi, Daimler y Chrisler, sometidas actualmente investigación.

INCUMPLIMIENTO

EMISIONES SUPERIORES Tras el escándalo, una cascada de estudios ha revelado que, sin necesidad de ningún trucaje ilegal, prácticamente ningún vehículo cumple con los límites fijados. El más reciente y completo es el llevado a cabo por el Consejo Internacional de Transporte Limpio, un organismo independiente con sede en Berlín. Bajo el nombre de TRUE Initiative, ha analizado 5.000 automóviles de España, Francia, Suiza, Suecia y Reino Unido en condiciones reales de conducción a los que se han hecho un total de 370.000 pruebas, algunas de ellas a través de un tecnología que detecta la contaminación a distancia (sensores remotos). En casi todos los coches analizados, las emisiones reales han sido, por sistema, muy superiores a los límites permitidos. En la flota más moderna, los vendidos a partir del 2015 (euro 6), cuatro de los fabricantes analizados tienen una media de emisiones más de 12 veces por encima de los límites legales. Y el grupo con más emisiones superó 18 veces los límites. Un poco antes, la compañía independiente Emissions Analítics, detectó que solo un 14% de los diésel los comercializados a partir de 2015 cumplían la norma. Y que algunos incluso llegaban a emitir lo mismo que… ¡los anteriores al 2001! Y así podríamos seguir.

ESPAÑA

TEST ‘ON LINE’ Todos los diésel que circulan por España, 17,6 millones, están bajo sospecha. Y no se puede responsabilizar a sus propietarios. Cuando los compraron confiaron en las marcas. True Iniciative ha colgado un sencillo test on line para quienes quieran saber si su vehículo contamina mucho más de lo que le dijeron. Un Seat León diésel del 2018, por ejemplo, supera en casi el triple los límites permitidos. Un circulo rojo lo certifica en el dictamen del buscador. Para intentar reconducir la situación, la UE ha cambiado las pruebas de homologación, las denominadas NEDC, por otro sistema, el WLTP, que mide con mucha más precisión la emisiones reales. Los tests entraron en vigor hasta el pasado 1 de septiembre. Esto podría llevar a pensar que los vehículos adquiridos a partir del pasado septiembre sí son muchos más limpios, pero tampoco eso es completamente cierto.