Usar el nombre de reconocidos perfumes para comercializar fragancias de imitación tiene un precio. En concreto, cuatro millones de euros, que es lo que tendrá que abonar Saphir a Puig. La compañía catalana ha formalizado un acuerdo con la zaragozana para «plasmar las condiciones de cumplimiento de la sentencia firme que condenó en su día a Saphir por infracción de marca y competencia desleal, por publicidad ilícita y aprovechamiento de la reputación ajena». De esta forma, se ha acordado el pago de dicha cuantía «en concepto de indemnización por daños y perjuicios, y gastos, cantidad que quedará plenamente satisfecha durante el 2018». El conflicto se remonta al 2013, cuando el grupo Puig demandó a Saphir (propietario también de Caravan e IAP) y a los supermercados El Árbol por vender copias de perfumes de su propiedad como Paco Rabanne, Nina Ricci o Jean Paul Gaultier, entre otros. En concreto, acusaba a las firmas de suministrar a sus comerciales y estos a terceros de diferentes materiales que establecían supuestas equivalencias con marcas notorias de fragancias originales de Puig. En enero del 2015, Saphir fue condenada. Saphir y Puig han sellado para cumplir la sentencia.