Subir o no las pensiones al mismo ritmo que lo hacen los precios: esta es la cuestión que centrará el debate parlamentario de hoy al que Mariano Rajoy acude por propia iniciativa para frenar las protestas de miles de jubilados en la calle que le acusan de llevarles a la pobreza. Sin embargo, el presidente del Gobierno buscará el efecto boomerang para poner a la oposición en el dilema de que diga cómo quiere financiar una revalorización superior al 0,25% que se ha generalizado desde la reforma del 2013 que ahora piden derogar.

La oposición sí tiene respuesta a esta cuestión, pero hasta ahora ha sido derrotada por la alianza entre el PP y Ciudadanos. El último ejemplo se produjo ayer en la Mesa del Congreso cuando ambos grupos apoyaron el veto del Ejecutivo a una proposición de ley de Podemos para derogar la reforma que, además, prevé un recorte de las futuras pensiones cuando en enero del 2019 entre en vigor el llamado factor de sostenibilidad.

Pese al interés mediático que despertó el debate de hoy en el Congreso, tras un año de parálisis política del Pacto de Toledo, la paradoja es que nadie espera un resultado tangible. En vísperas de que el Gobierno apruebe el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para este año, la oposición exigirá a Rajoy que suba las pensiones, al menos este año, más del 0,25% porque el crecimiento de la economía lo permite.

Pedro Sánchez, que no participará en el cara a cara con Rajoy al no ser diputado, avanzó ante el Grupo Parlamentario socialista alguna de las propuestas que baraja su partido, como es la de mejorar las cotizaciones de las madres trabajadoras para compensar la brecha que deja la maternidad en salarios y en pensiones. El PSOE cuantificó la subida para este año en el 1,6%.

Carles Campuzano (PDeCAT) y Aitor Esteban (PNV) exigirán volver al modelo anterior a la reforma que es vincular la revalorización al IPC, que en febrero subió al 1,1%. «Este pleno va a dar poco o no nada de sí», avanzó ayer Esteban tras criticar que el modelo de debate impide votar resoluciones que obliguen al Gobierno. Campuzano dijo que el debate evidenciará que hay una mayoría que quiere volver a vincular las pensiones a los precios.

EL GOBIERNO CIFRA EL GASTO / Rajoy, por tanto, contraatacará a la oposición con la pregunta de cómo pretenden financiar sus reclamaciones. Según el escrito de veto a la propuesta del Podemos, el Gobierno cifra en 2.175,26 millones el gasto que supondría solo en el 2018 la puesta en marcha de esta medida. Además, asegura que todas las propuestas de la oposición en materia de pensiones habrían supuesto un gasto de unos 90.000 millones de euros.

Tanto fuentes gubernamentales como del PP aseguraron que Rajoy no presentará «ocurrencias». Por el contrario, el jefe del Ejecutivo buscará poner a la oposición ante el espejo y centrar el debate en la sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social con cuestiones como cuántas pensiones se pagan, cuál es el gasto, a qué ritmo crece y cómo se van a pagar. Y reiterará que el daño a los pensionistas comenzó en el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando congeló las pensiones en el 2011.