Josep Lluís Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, de la Fira de Barcelona y del grupo Freixenet, ha vuelto a cargar contra el proceso independentista, al que ha achacado la culpabilidad de provocar fractura social y la fuga de más de 2.500 empresas y ha afirmado que la aplicación de la Constitución ha permitido frenar la sangría económica. "Algunos no nos hemos ido por el 155", ha sentenciado en referencia al articulo de la Carta Maga que ha conducido a a intervención de Cataluña hasta las elecciones del 21 de diciembre (21-D).

Durante un coloquio en el marco del foro Primera Plan@ que organiza EL PERIÓDICO y el Banc Sabadell, ha defendido la necesidad de recuperar "la concordia y el respeto" y dejar atrás la inestabilidad, a la que ha culpado de perder la opción de que Barcelona albergara la Agencia Europea de los Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés). Aunque se han producido daños con el 'procés' y se ha pasado de un "círculo virtuoso a uno vicioso".

Para que Freixenet mantenga su domicilio social en Catalunya tras elecciones del 21-D, debe recuperarse la estabilidad y la normalidad, ha afirmado. La aplicación del artículo 155 ha contribuído a la normalidad, ha dicho. A preguntas del director de EL PERIÓDICO, Enric Hernández, ha admitido que una mayoría independentista que renuncie a la unilateralidad sería una mejora.

Fraternidad

También ha llamado a los españoles a que hagan un esfuerzo de fraternidad y proximidad. Tras la declaración unilateral de independencia (DUI), "se produjo el 155, se recuperó la senda constitucional y estatutaria y en Freixenet pensamos que teníamos que ver cómo iba esto. No deja de ser un gran desgarro marcharte de donde has estado más de 100 años. Si tras 21-D volviéramos a las andadas, volveremos a poner en el orden del día trasladar la sede social, nos iremos".

Ha reconocido que puede haber boicot a los productos catalanes, pero aún no se percibe de forma generalizada. Lo ha fiado todo a los que suceda tras los comicios autonómicos. "No se ha destruido totalmente nada, pero sí que se ha hecho daño; y estamos en posibilidades de recuperar", ha manifestado.

"El 21-D la gente tiene que reflexionar y hacer autocrítica y pensar en el bien de los demás y el de sus hijos y sus nietos y, a partir de ahí, decidir y habrá que respetarlo. Somos una democracia. Segun los que suceda pasará una cosa u otra", ha dicho.

Reputación

Se ha mostrado preocupado por la pérdida de reputación de la marca la capital catalana, que "está realmente tocada". "Barcelona lo estaba ganando todo. No significa que no podamos volver, pero no lo estropeemos". Ha reiterado de que hay "peligro de quedar en la irrelevancia", pese a tener los atributos y fuerza necesaria para ganar.

Ha insistido en la necesidad de recuperar la concordia y el respeto a los otros. "No estoy de acuerdo con los independentistas, pero los respeto, pero cuando eso pasa a la inestabilidad no es aceptable. De ninguna manera pienso que tengan mal fe, pero uno tendría que ser muy autocrítico y pensar sobretodo en el bienestar de los otros".

En caso de una reforma constitucional, que ha considerado "posible y probablemente conveniente", ha considerado como "líneas rojas" la UE o la unidad de mercado. Ante esa posibilidad de inestabilidad y de salida de Europa ha sido por lo que "se van las empresas".

Además de reivindicar el papel de las cámaras de comercio, Bonet ha destacado el papel de la internacionalización, que protagonizan ya pymes y que, a su juicio, no es coyuntural sino estructural. Ha puesto como ejemplo de ello la Fira de Barcelona. En tes sentido ha reprochado a la alcaldesa de Barcelona, Ada colau, que se saltara lo establecido y no convoque el pleno del Consejo General de la Fira para renovar la presidencia de la institución hasta después del 21-D. A su juicio, se trata de dar imagen de "normalidad".

Además de las infraestrucutras ha apostado por la formación como claves para mejorar la competitividad