El rescate a la banca sigue costándole dinero al Estado en un goteo incesante que comenzó hace ya siete años. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), instrumento del Ministerio de Economía para canalizar las ayudas al sector y gestionar las participaciones en la entidades nacionalizadas, perdió 1.693 millones de euros el año pasado, un 11,1% más que en el 2015. Las pérdidas del año pasado se deben sobre todo a la fusión de las nacionalizadas Bankia y BMN.

El precio de la operación se fijó esta misma semana, pero se utilizó para ello los datos del balance de las entidades del 2016, con lo que el FROB ha podido tenerlo en cuenta en sus resultados. De ello se han desprendido unos números rojos de 916 millones de euros solo en el 2016: la diferencia entre el valor que daba a su participación en BMN en el 2015 y el precio al que la ha tasado Bankia. La matriz de esta última, BFA, también le ha provocado pérdidas de 474 millones de euros. En este caso no se debe a la devaluación de Bankia sino a las menores plusvalías latentes de la cartera de renta fija que tiene la sociedad de cabecera.

El valor que el FROB considera «recuperable» en los dos bancos que se van a fusionar, así, ha bajado a 9.260 millones en el caso de BFA (4,8% menos que un año antes) y a 537 millones en el de BMN (63% menos). Es decir, 9.797 millones, apenas un 40% de los 24.069 millones en ayudas que se les inyectó y un 12,4% o 1.390 millones menos que en el 2015. Se trata, con todo, de una estimación contable: la cifra final dependerá del precio de privatización, aunque da pista de lo difícil que será recuperar todo lo aportado por los contribuyentes.

PATRIMONIO NEGATIVO / El banco malo de los activos inmobiliarios de la banca nacionalizada, la Sareb, ha sumado otros 155 millones de números rojos al FROB después de tener su participada tuviera que convertir parte de su deuda en capital para seguir siendo solvente. Otros 60 millones provienen de las mayores provisiones que ha tenido que hacer el FROB para afrontar pérdidas que se comprometió a cubrir a los bancos compradores de entidades nacionalizadas.

Las pérdidas sufridas llevaron al fondo público al cierre del año pasado a una situación patrimonial negativa de 1.614 millones de euros. Para evitar su quiebra, el Gobierno ha autorizado convertir 3.000 millones del préstamo público que se concedió al FROB hace años en capital, con lo que pasará a tener un patrimonio positivo de 1.391 millones. La operación no supone la aportación de nuevas ayudas ni tendrá impacto en el déficit y la deuda. De las pérdidas que pueda sufrir en el futuro dependerá que sea suficiente, aunque todavía tiene disponible 10.456 millones del crédito público.

El organismo ha tenido resultados negativos en todos sus ejercicios de vida, pero el del 2016 ha sido el segundo consecutivo en que ha aumentado sus números rojos desde el 2012, año en que el rescate europeo a la banca marcó un récord. Así, la institución registró un agujero en sus cuentas de 314 millones en el 2010, 10.557 millones en el 2011, 26.060 millones en el 2012, 2.787 millones en el 2013, 861 millones en el 2014 y 1.523 millones en el 2015.