El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró ayer que el actual crecimiento de la economía española permitirá abordar una rebaja fiscal al final de la legislatura. En el Foro Cinco Días, Montoro hizo un repaso de la situación económica de España, destacando que el actual crecimiento económico «es con toda seguridad el más sano» de la historia del país. Frente a los que denuncian el imparable crecimiento de las desigualdades y la precarización del empleo y los salarios, el ministro subrayó el valor de los datos macroeconómicos.

El ministro rechazó que los Presupuestos Generales del Estado del 2018, que se presentarán este otoño, vayan a contener nuevas rebajas de impuestos todavía. Abrió la puerta a nuevas rebajas del IRPF a partir del 2019, al final de la legislatura. «En el 2018 no vamos a tener margen para aplicar las reducciones del IRPF, sería el segundo año de legislatura y tenemos que tener zanahorias para la negociación. Las reformas tributarias siempre se han hecho a final de legislatura», indicó. El objetivo del Gobierno es recortar impuestos a las empresas y a los empleadores, como una vía para reavivar la inversión, que junto con las exportaciones consideran que es el elemento clave para conseguir un crecimiento económico óptimo, en el marco de un control del gasto y la reducción del déficit.

SUPERÁVIT / Montoro destacó que España lleva cinco años mostrando superávit por cuenta corriente, el primero de ellos en el 2012, cuando logró un saldo positivo superior al 3% y además «contra pronóstico», ya que «nadie lo vaticinó ni dentro ni fuera de España». Esta evolución, prosiguió el ministro, también se dará este año, pues España tendrá una capacidad de financiación frente al resto del mundo del 2% del PIB, lo que significa que España no está tomando recursos del exterior, porque puede financiarse por sí misma.

«El futuro no es el mío, ni el del Gobierno de España, es el del país y lo importante es que tengamos crecimiento con superávit por cuenta corriente. Todas las crisis en España han sido del sector exterior, ese ha sido nuestro rompeolas, pero ahora no está pasando eso, salvo que se empeñen algunos», enfatizó Montoro, que resaltó además que todo el crecimiento económico se traduce en creación de empleo.

El ministro señaló que ese crecimiento económico fue posible por la política presupuestaria adoptada y las reformas realizadas, e hizo hincapié en que lo que ha sacado de la crisis a España ha sido el haber desapalancado la «cifra astronómica» de 440.000 millones, casi la mitad del PIB. «No se puede vivir con una deuda que aplasta las cuentas», dijo.

El problema para el Gobierno español es la situación deficitaria del Presupuesto que limita su capacidad de maniobra fiscal. En este sentido, en los Presupuestos se propone que las administraciones puedan cumplir sus objetivos de déficit para que España salga del procedimiento de déficit excesivo en el 2018 y deje atrás la férrea tutela de la Comisión Europea y la vigilacia de sus hombres de negro.

SUBIDAS DE IMPUESTOS / Pasar de un déficit del 4,33% del PIB registrado en el 2016 al 3,1% previsto para el 2017 conlleva un ajuste de unos 14.200 millones. El proyecto de Presupuestos incorpora medidas por casi 10.000 millones en forma de subida del impuesto de sociedades de 4.650 millones para las grandes empresas y de un recorte del gasto de 5.057 millones respecto al presupuesto inicial del 2016, hasta 118.337 millones.

Así, en el 2017 vuelven a subir los impuestos: el de sociedades y los de tabaco y alcohol. Con ayuda de estas subidas fiscales y del crecimiento económico, el Gobierno confía en que la recaudación tributaria crecerá con fuerza en el 2017 (el 7,9%) hasta los 200.963 millones, un nivel similar al del 2007. «Hemos empleado una década en volver a recaudar lo mismo», se dolió Montoro en la presentación de los Presupuestos.

Si se cumplen las previsiones del Gobierno, en el 2018 el déficit estará por debajo del 3% y España saldrá por fin de la férrea tutela que ejerce la Comisión Europea.