Para evitar subidas en el recibo, Aznar ingenió un mecanismo que reconocía a las eléctricas una deuda por no aprobarles unos ingresos suficientes para cubrir los costes de producción. Esa iniciativa se convirtió en casi 30.000 millones del denominado déficit de tarifa, que hoy supone el 15% de la parte que regula el Gobierno, el 60% del recibo que se paga en el PVPC. Además de los impuestos (21% de IVA y 5% a la electricidad) y la deuda, también disparan la factura los estímulos a las energías verdes y los pagos a las eléctricas por tener disponibles centrales para suplir a las energías renovables.