La banca española puede soportar un consumo de capital superior a los 84.000 millones como consecuencia del ejercicio de estrés al que ha sido sometida por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y Banco Central Europeo (BCE). Esa pérdida de capital, -calculada fully loaded, es decir con los estándares de Basilea III, aplicables en el 2023- no implica sin embargo bajar de los niveles mínimos de capital fijados en la prueba, que se sitúa en torno al 5,5%, porcentaje establecido en el examen del 2014, por debajo del cual suspendieron las entidades que entonces se sometieron al test. Incluso en esta ocasión, cualquier nota dos puntos porcentuales por encima de esa cifra implicará un seguimiento directo por parte de las autoridades europeas.

La pérdida de capital, entre otros aspectos, se deriva de unos resultados negativos acumulados entre el 2016 y el 2018 que superarían los 4.390 millones de euros. Pérdidas que afectarían principalmente a BFA (1.512 millones), Popular (1.366 millones), Santander (998 millones) y Sabadell (518 millones). Se salvarían en cuanto a los resultados se refiere en ese ejercicio Criteria-Caixa y BBVA, que presentarían ganancias.

El Santander sería la entidad que tendría un mayor impacto en su capital, ya que pasaría de los 101.678 millones de euros antes de las deducciones por el escenario estresado a los 48.486 millones una vez aplicados los criterios fully loaded. El segundo perjudicado sería el BBVA, que perdería casi 15.000 millones al pasar de 48.855 millones a 33.704. Por el contrario, la entidad que menos capital consumiría sería BFA-Bankia, que parte con un volumen de 8.775 millones para acabar con 8.006 una vez aplicado el escenario estresado con los criterios de Basilea III.

Esa pérdida de capital se debe, además del impacto de las pérdidas directas, a otros impactos negativos en los balances de la banca como consecuencia del escenario macroeconómico estresado. Entre esos impactos cabe mencionar los DTA (activos fiscales diferidos), que tienen un impacto negativo en los casos de Criteria-Caixa, Santander y BBVA y nulo en los restantes. También a las bases imponibles negativas y los fondos de comercios también negativos.

GRADO DE RESISTENCIA / En todo caso, los efectos del ejercicio de estrés no impide que los bancos españoles consigan mantener unos niveles de capital por encima del mínimo de referencia, aunque es cierto que en dos casos la cifra es justa. El Popular registra un 6,6% de capital (CET-1) en el escenario fully loaded, pero también es cierto que la EBA no ha tenido en cuenta la macroampliación de capital por importe de 2.505 millones de euros que realizó la entidad en junio pasado y que le ha permitido ampliar esa ratio de capital hasta el 9,95%. La otra entidad que iría justa, Criteria-Caixa -la matriz de CaixaBank- alcanza una ratio de capital del 7,8%. Con los mismos criterios, CaixaBank registraría una ratio de capital del 8,5% fully loaded.

De una u otra forma, los resultados de la banca española son buenos. Así lo destacó el Banco de España: «Los resultados en la prueba de las entidades españolas muestran un grado de resistencia apreciable, superando con holgura los requerimientos de capital utilizados como referencia en pruebas de resistencia anteriores». Se trata de una opinión compartida también por el BCE, supervisor de las grandes entidades españolas y europeas. «Los resultados reflejan la considerable cantidad de capital obtenida por las entidades de crédito de la zona del euro y el saneamiento adicional de los balances en los dos últimos años», declaró Danièle Nouy, presidenta del Consejo de Supervisión del BCE. «El sector bancario es hoy más resistente y tiene una capacidad mucho mayor para absorber perturbaciones económicas que hace dos años». Los expertos independientes también valoraron la mejora de los bancos españoles en las pruebas. H