Los test de estrés de la banca europea, que se conocerán mañana a partir de las 22 horas, dejan a salvo a la gran banca española y pondrán el foco de las dificultades de solvencia sobre la banca italiana y portuguesa. Aunque los resultados son secretos, diversas fuentes del sector financiero apuntan que las entidades españolas que se han sometido al examen no tendrán dificultades en pasarlo, si bien en esta ocasión se intenta evitar los términos lectivos de suspenso para referirse al resultado, que, en todo caso, será cuantificable.
Los seis grandes bancos españoles -Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Bankia y Popular- saldrán de esta prueba con ratios de capital por encima de la media de los bancos europeos y muy superiores a lo que podría considerarse un suspenso: el 5,5% de capital principal CET-1. No obstante, por debajo del 6% se considerará un mal resultado.
Según el diario El País, la entidad con mejor resultado será BFA-Bankia, con una ratio de capital cercano al 10%. Caixabank, BBVA, Sabadell y Santander se situarán entre el 8% y el 9%. Sin embargo, otras fuentes precisan que en el caso de Caixabank se refiere solo a Criteria, matriz del grupo, ya que la ratio de capital de la entidad financiera sería aún superior.
ESCENARIO ADVERSO / En el caso del Popular, se apunta que cerrará la clasificación de la banca española con una ratio de en torno al 7%, aunque no se ha tenido en cuenta la ampliación de capital que realizó el pasado junio y que le llevaría a rondar el 10%.
Los test incluyen un escenario estresado consecuencia del brexit, con una recesión del 1% del producto interior bruto (PIB) del Reino Unido. También contempla la retroactividad de las cláusulas suelo de la banca española, pero solo hasta el 2013, la fecha de la sentencia del Tribunal Supremo sobre este tema y en la que se limita la retroactividad hasta la sentencia. En cierta forma, la Autoridad Europea de la Banca asume el dictamen del Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que se pronunció en este mismo sentido.
En el sector financiero se apunta a la evidencia de que los previsibles malos resultados de los bancos italianos darán cobertura al Gobierno de ese país para pedir un rescate parcial de su sistema financiero. No se esperan tampoco muy buenos resultados de los bancos portugueses, y regulares para los alemanes. Un vez conocidos los test de estrés, se fijarán nuevos buffers (colchones) de capital de forma individualizada para cada banco, y se le recomendará emisiones de instrumentos de capital.
El ministro Luis de Guindos mostró ayer su confianza en que la banca española «quede bien» en los test de estrés. H
