Hay verdades y medias verdades. En política se emplean mucho las unas y las otras. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el Gobierno del PP han recurrido a estas técnicas para mejorar la percepción de la realidad económica. Y deja una herencia compleja a un futuro nuevo Ejecutivo. Uno de los peores legados, unas cuentas públicas completamente descuadradas.

1. DISCIPLINA PESE A BAJAR IMPUESTOS

Uno de los argumentos del Gobierno del PP para bajar el impuesto sobre la renta (IRPF) fue que los ingresos mejoraban lo que, a su juicio, permitía reducir el principal tributo que pagan los españoles sin afectar al cumplimiento del objetivo de déficit. No solo bajó el IRPF en el 2015, ejercicio en el que se iban a celebrar unas elecciones generales, sino que adelantó a a julio pasado una parte de la reforma prevista para el 2016, es decir, una vez hechas las elecciones. Son más de 3.000 millones que fueron directamente a los bolsillos de los contribuyentes, que no recuperaron, ni de lejos, lo que pagaron de más con las subidas tributarias aprobadas con la llegada del PP al Gobierno en noviembre del 2011. Además está la rebaja del impuesto de sociedades. En total, unos 7.000 millones. Los técnicos de Hacienda, agrupados en Gestha, consideran que estas rebajas fiscales son "las principales causantes del incumplimiento del déficit".

2. LOS INGRESOS CRECEN MAS QUE LA ECONOMIA

Otro argumento del PP es que sus medidas de reforma llevadas a cabo por el Gobierno de Rajoy han potenciado el crecimiento económico. Obvian que, en buena medida se debe al apoyo del Banco Central Europeo (BCE) a través de la compra de deuda pública o la caída del precio del petróleo.

En todo caso, en el Ejecutivo aseguraron que el crecimiento propiciado por las reformas, entre ellas la laboral, permitía mejorar el ritmo de crecimiento de los ingresos públicos.

Una muestra son las cotizaciones de la Seguridad Social. Hasta septiembre pasado no llegaban a un alza ni del 1%, cuando en los presupuestos del Estado se preveía casi el 7%.

3. ESPAÑA NO HA SIDO RESCATADA

Uno de los grandes esfuerzos del Ejecutivo del PP ha sido demostrar que España, a diferencia de Grecia, Portugal o Irlanda, no ha sido rescatada. El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, admitió la expresión de rescate referido al sector bancario. Lo cierto es que para recibir los fondos para salvar a este sector, España firmó un memorando de entendimiento con Bruselas con las medidas de reforma econó- mica determinadas por los acreedores, la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el BCE, la famosa troika, y que van desde la reforma de las pensiones hasta la del mercado laboral. También defendieron que los recursos destinados la banca se recuperarían. Pero la verdad es que el propio FROB daba por perdidos 40.000 millones.