La inversión extranjera productiva en España creció un 11% el año pasado y superó los 21.700 millones, pero, a pesar de esta evolución positiva, el Gobierno considera que "hay que esperar" para saber si la actual "incertidumbre política" puede estar afectando al proceso inversor.

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, que presentó las cifras en rueda de prensa, explicó que "esos 21.724 millones de euros no llegan por casualidad", sino en un año en el que la economía española se ha situado a la cabeza del crecimiento en Europa. "La inversión extranjera llega porque España sigue tirando de la economía europea tanto de la demanda interna como externa", dijo.

El secretario de Estado también valoró que España ha estabilizado su balanza de pagos, tiene inflación baja y sigue reduciendo sus desequilibrios financieros. "En esos datos es en lo que se fijan los inversores extranjeros", añadió. García-Legaz recordó que el 2015 ha sido "el quinto mejor año de los últimos quince" y aseguró que estas cifras suponen el encadenamiento de tres años consecutivos de crecimiento de inversión extranjera. Además, informó de que la inversión productiva neta aumentó el 7,9% y alcanzó los 16.184 millones de euros.

El secretario de Estado destacó que la inversión estuvo todos los meses por encima de los 1.100 millones de euros al mes y en los últimos 6 meses la media mensual de inversión extranjera superó los 2.000 millones de euros al mes. También reconoció que la desinversión productiva alcanzó los 5,541 millones de euros, un 21% más que la registrada en el 2014.

El secretario de Estado explicó el aumento de la desinversión en tres operaciones puntuales que tuvieron lugar a lo largo del año. Descontando esas operaciones, la desinversión productiva se habría reducido el 34%, de manera que "no se trata de un proceso generalizado", dijo.

LUXEMBURGO Por distribución geográfica, García-Legaz señaló que los mayores inversores fueron Luxemburgo (16,5% y 3.584 millones de euros), seguido por España a través de sociedades ubicadas en otros países (15,1% y 3.273 millones de euros). El tercer inversor es Holanda (12,8% y 2.777 millones), seguido de Francia (9,9% y 2.140 millones), Estados Unidos (7,3% y 1.581 millones) y Reino Unido (6% y 1.311 millones de euros). Estos seis países concentran el 67,5% del capital invertido en España.

Por comunidades, la inversión extranjera recibida presenta un algo grado de concentración derivada del efecto sede y que beneficia a la Comunidad de Madrid y Cataluña. Estas regiones fueron receptoras del 46,5% y 22% del total, es decir, 10.093 y 4.783 millones de euros, respectivamente. García-Legaz consideró que la cifra revela que "el inversor extranjero da nula credibilidad al proceso independentista abierto en Cataluña".

SECTORES La inversión extranjera se concentró en seis sectores: construcción (4.706 millones y un aumento del 167,01%), industria manufacturera (3.384 millones, un 58,02% más), actividades inmobiliarias (2.992 millones y un descenso del 0,55%), comercio mayor y menor (2.386 millones y descenso del 34%), actividades financieras y seguros (2.326 millones y una caída del 13,86%) y suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (2.195 millones y un aumento del 116,60%).

Por tipología, el 65% correspondió a ampliaciones de capital de las filiales españolas de multinacionales y a mejora de capacidad productiva.