La policía financiera de Italia entregó ayer a Google una notificación en la que se señala que, entre el 2009 y el 2013, evadió pagar impuestos por alrededor de 227 millones de euros. Razón por la que también fue abierto un caso en el tribunal de Milán y alertado a la policía financiera.

Según la nota, Google puso en marcha en Italia "una organización oculta", que reiteradamente le habría dado esquinazo a la Hacienda italiana. De acuerdo con los fiscales italianos, entre otras cosas, la multinacional hizo contabilizar sus entradas derivadas de contratos con clientes italianos en su filial irlandesa, Google Ireland Ltd, pagando allí los impuestos.

Por ello, según La Repubblica , Italia podría reclamarle a Google incluso una suma superior, castigando a la empresa con intereses y multas. "Hay señales en Europa que indican que está cambiando la relación entre la Unión Europea y las empresas extranjeras", añadió el diario.

De hecho, la situación de Google en Italia no es ni única, ni exclusiva de esta empresa. Más bien lo contrario. Son varias las grandes firmas del sector que tratan de trasladar su facturación fiscal fuera de países --como Italia, España y Francia-- a otros, donde la tributación es más baja o hay otros tipos de ventajas, como Luxemburgo.

Tanto que tan solo hace un mes, la sede italiana de Apple aceptó finalmente pactar un acuerdo con la Hacienda italiana y desembolsó 318 millones por impuestos no pagados. Lo que también demuestra que Italia se ha puesto firme con estos colosos; esto, al menos hasta que no se firme el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión entre EEUU y la UE, con las consecuencias imprevisibles en las relación entre los dos bloques que eso conllevará.