Años de excesos en la concesión de créditos por parte de las entidades bancarias italianas está abocando a Italia a seguir los pasos de España e Irlanda y crear un banco malo. El objetivo es, exactamente como en el caso español e irlandés, que dicho organismo compre activos tóxicos a los bancos del país y los venda. Esto, en lo inmediato, con el objetivo de poner fin a la peligrosa volatilidad financiera que, desde comienzo de año, ha hecho disminuir el valor bursátil de la banca italiana en un promedio récord del 20%. Y, así, evitar que Italia estalle, afectando al resto de la eurozona.

Esta es, en síntesis, la propuesta en la que trabaja desde hace meses el Gobierno de Matteo Renzi y que hoy será presentada por el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, a Margrethe Vestager, la comisaria europea de Competencia, en pos de obtener luz verde de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo. "Sí, estamos considerando la introducción de instrumentos bajo el nombre genérico de banco malo, pero que puede tomar diversas formas", admitió Padoan.