Los títulos de Abengoa encabezaron ayer las subidas en el Ibex, a la espera de que el consejo de administración de la compañía apruebe el plan de viabilidad con el que el grupo pretende establecer una hoja de ruta para garantizar su futuro. En concreto, los títulos A de Abengoa cerraron la sesión bursátil con una subida del 50,8%, para situarse por encima de la cota de los 0,55 euros, su valor más alto desde finales del año pasado. Por su parte, las acciones Abengoa B, de las que cotizan un mayor número en el mercado pero tienen menos derechos de votos, también registraron en la jornada un repunte de casi el 35%, para alcanzar los 0,213 euros.

El consejo de administración de Abengoa debe dar su visto bueno a un plan, elaborado con el respaldo de la firma de asesoramiento Alvarez & Marsal, que pasará por reducir su tamaño y focalizarse en sus actividades de construcción, ingeniería e innovación, sobre las que quiere cimentar su resurgimiento empresarial. Esta hoja de ruta para la compañía deberá contar con el visto bueno de todas las partes implicadas en el futuro del grupo: banca acreedora y bonistas.

En cualquier caso, el plan contempla la venta de activos. Entre las ventas se incluyen la mayor parte de los inmuebles considerados no imprescindibles, algunas plantas solares, otras convencionales y desaladoras, así como grandes proyectos en México y otros países, en los que propondrá vender el proyecto pero quedarse con la construcción. En ningún caso se incluyen las acciones de la filial estadounidense Abengoa Yield, de la que la matriz posee el 40% del capital, entre otras cosas porque están pignoradas en el préstamo recibido en diciembre de la banca acreedora para inyectar liquidez.

Tampoco se prevé la venta de proyectos como los de Atacama (Chile), cuya construcción se está llevando a cabo, ni líneas eléctricas en Brasil, donde el Gobierno del país no se puede permitir que no salga adelante porque abastece zonas con deficiente servicio energético. Los bonistas también quieren tener acciones de Abengoa Yield como garantía del préstamo de 160 millones que negocian con la empresa.