Miércoles oscuro. Las bolsas han vivido una jornada marcada por las ventas y los descensos por los temores al debilitamiento de la economía china y el desplome del petróleo, que parece carecer de suelo. En un contexto marcado por el nerviosismo no hacen falta muchos datos nuevos para provocar turbulencias y terremotos en los mercados con sus consiguientes réplicas.

De este modo, con una apertura de Wall Street claramente a la baja, el Ibex 35 español ha cerrado la sesión con un descenso del 3,20%, hasta los niveles de julio del 2013, tras ceder casi el 4%. El principal indicador bursátil español ha pedido la cota de los 8.300 puntos, en concreto, ha cerrado a 8.281,40 puntos; y acumula ya una caída de más del 13% en lo que va de año. Si se amplía el foco, los retrocesos se han cebado especialmente en los bancos desde agosto pasado. A su vez, tras desplomarse más de 500 puntos (más del 3%), el Dow Jones de la Bolsa de Nueva York limitó las pérdidas gracias a la caza de valores a mejores precios en una jornada zigzagueante.

Lo cierto es que las pérdidas se han impuesto en todas las bolsas, lastradas por los descensos en los mercados asiáticos y el desplome del barril de petróleo Brent, la calidad de referencia en Europa, de nuevo por debajo de la cota de los 28 dólares, y anclado en las cotas de hace casi 13 años, hasta marcar un mínimo de la sesión de 27,10 dólares y cerrar en 27,88 dólares en el mercado de Londres. El barril acumula una pérdida de casi el 30% en lo que va de año. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) lo advertía esta semana al afirmar que el mercado puede verse "ahogado de oferta" y producirse nuevas caídas de los precios.

La esperada apertura de Wall Street no ha hecho más que agudizar los retrocesos en los mercados europeos y disparar la tendencia vendedora. El Dow Jones de la Bolsa de Nueva York, tras comenzar la sesión con una pronunciada tendencia a la baja por el dominio del papel y el nerviosismo por parte de los operadores, ha llegado a derrumbarse más de 500 puntos.

En el resto de Europa destaca el Eutostoxx-50, que incluye los principales títulos del viejo continente, y que se ha dejado el 3,28% en el camino. Londres y París también han registrado descensos que superan el 3%.

La jornada empezaba, en vísperas de una reunión del Banco Central Europeo (BCE) con el predominio de las ventas. El factor principal fue la evolución de los mercados asiáticos, con un índice Nikkei de Tokio que cerró con un descenso del 3,71% y la Bolsa de Shanghái, que bajó el 1%.

Los analistas contemplan con cierta sorpresa la evolución de las bolsas en el 2016. El director general de GVC Gaesco, Jaume Puig, considera que la próxima campaña de presentación de resultados empresariales servirá para estabilizar el mercado. A su entender, los datos serán buenos y situarán los títulos donde tienen que estar, ya que las cotizaciones actuales no reflejan el valor adecuado de las empresas.

LIQUIDEZ EN CHINA En opinión de este analista, el descenso actual del mercado denominado "diente de sierra" se produce entre tres y seis veces al año y se basa en "ruido, pero no responde a un hecho objetivo", y, por tanto, igual que se producen, acaban.

En China, el banco central ha anunciado que inyectará el equivalente de unos 20.000 millones de euros para garantizar la liquidez del sistema, tras aportar otros 83.000 millones en la jornada anterior.

Por lo pronto, los paneles se mantienen teñidos de rojo, con pérdidas que afectan al conjunto de los valores. En Italia, además, se ha desplomado la banca, tras solicitar el BCE más datos sobre la morosidad de la entidades financieras del país. El Gobierno se ha visto obligado a salir al paso y asegurar que el sector es solvente. Los inversores están también atentos al Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza, que empezó ayer.