Matthias Müller, de 62 años, es desde ayer el nuevo presidente del consejo de administración del gigante Volkswagen, labor que compaginará con la dirección de la filial Porsche hasta que se designe a un sustituto. Müller empezó haciendo un curso de mecánica en Audi en 1977. El mundo del automóvil le apasionó tanto que estudió ciencias de la computación en Múnich y más tarde volvió a Audi el 1984 para trabajar en el departamento tecnológico. En pocos años ganó peso dentro de la compañía y su carrera inició un progresivo ascenso. En 1993 asumió la gerencia de producción del Audi A3, uno de los modelos más populares, y dos años más tarde pasó a controlar toda la producción de la filial de lujo de Volkswagen. Amante apasionado de los coches, no hay nada que le relaje más que conducir el histórico Porsche 550 Spyder, un deportivo de coleccionista. Ahora su difícil misión no le permitirá descansos. Müller, considerado un hombre cercano pero a la vez muy exigente, cargará en sus espaldas el peso de relanzar a Volkswagen y limpiar una imagen que ha quedado gravemente herida. C. PLANAS