Iberdrola ha decidido ofrecer un precio fijo a los pequeños productores de energía solar fotovoltaica, que son unos 62.000 en toda España, que se han quedado sin primas a la producción. El producto se instrumenta a través de un contrato bilateral en el que se establece un precio prefijado personalizado para cada productor.

Con esta propuesta, el propietario de instalación que se acoja "dejará de depender de la incertidumbre del mercado, en el que este varía diariamente". A la vez se ofrece un servicio de mantenimiento de las instalaciones a cambio de una cuota mensual.

Muchs productores se encuentran en una situación de asfixia financiera tras los recortes a las primas aplicados por el Gobierno. El producto va dirigido a instalaciones de menos de 100 kilowatios (KW) acogidas al real decreto 413/2014, que venden su energía en el mercado mayorista.

De las 62.000 instalaciones de estas características que hay en toda España, unas 3.600 están en Catalunya, según las estimaciones de Iberdrola.