Endesa no prevé que la bajada de peajes de electricidad entre agosto y diciembre, la parte regulada del recibo, que abaratará en un 2,1% la factura doméstica, tenga efectos negativos ni para la actividad de la empresa ni para los ingresos del sistema eléctrico. La compañía confía en el aumento de la demanda que se ha registrado, según indicó el consejero delegado de la compañía, José Bogas, en una conferencia con analistas.

La compañía considera que esta bajada, fruto de un recorte de los pagos por capacidad del sistema eléctrico por 250 millones de euros al año, tendrá como único efecto significativo "una reducción del superávit de tarifa estimado". La bajada de peajes, calcula la compañía, provocará un abaratamiento del 2,1% en el recibo de la luz entre los meses de agosto y diciembre, así como del 0,9% a lo largo de todo el ejercicio del 2016.

Por otra parte, la eléctrica presidida por Borja Prado se encuentra "buscando oportunidades" que le permitan crear valor para sus accionistas, sin haber concretado ninguna operación.

Endesa, que confirmó sus previsiones de negocio para el periodo 2015-2016 y el mantenimiento su "atractiva política de dividendos", considera "buenos" los resultados presentados para el primer semestre, en los que el beneficio neto se situó en 870 millones, un 17% más. Este resultado se obtuvo a pesar de que los datos de ese año aún contabilizan la actividad de Enersis, la filial latinoamericana vendida a su matriz, la italiana Enel, a finales del pasado ejercicio.

El repunte de las ganancias asciende al 56,6% si se considera solo la división de España y Portugal --los únicos activos que conserva la eléctrica y que por tanto constituyen una comparación homogénea entre ambos ejercicios--. El grupo explica en sus cuentas que esta mejora de los resultados se debe al crecimiento de sus márgenes, tanto en negocios regulados (un 17%) como liberalizados (un 3%), y al efecto positivo de algunos factores no recurrentes.

El resultado bruto de explotación repuntó un 16,3%, hasta los 1.934 millones, animado por el reconocimiento del valor de los certificados de emisiones de dióxido de carbono y al impacto del borrador de real decreto sobre la retribución de la generación en los sistemas extrapeninsulares --Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla--. La facturación del grupo en la primera mitad del año ascendió a 10.314 millones, un 0,3% más, comparado en términos homogéneos, es decir, referidos a España y Portugal en ambos ejercicios, tal y como establece la actual normativa contable.