Cuando se apagaron los focos después de obtener la imagen de Rodrigo Rato, detenido por orden de un juzgado de Madrid en una instrucción por cinco delitos fiscales, uno de alzamiento de bienes y otro de blanqueo de capitales, llegó la hora de la verdad. Anticorrupción reconoce que esta instrucción se encuentra aún en "una fase incipiente" en el recurso presentado en la Audiencia Provincial de Madrid en el que pide que sean los juzgados ordinarios y no la Audiencia Nacional los que asuman este caso. Y es que "queda mucho trabajo por delante", reconocieron fuentes de la investigación que tildaron la denuncia de la fiscalía de Madrid "de floja".

La economía nacional

Anticorrupción admite en su recurso que los presuntos delitos fiscales que se imputan al expresidente del FMI no tienen pinta de haber ocasionado "una grave repercusión en el tráfico mercantil ni en la economía nacional" ni que su comisión "afecte a una generalidad de personas", según el escrito del fiscal.

Por si esto fuera poco, la fiscalía revela que aún no sabe donde se ha llevado a cabo la presunta actividad delictiva de Rato si en España o en el extranjero (en el segundo caso el tribunal competente sería la Audiencia Nacional). Y aclara que es necesario "aquilatar mínimamente si el blanqueo" que se le atribuye "guarda o no conexión con una presunta actividad delictiva previa" de Rato. La fiscala Elena Lorente será la encargada de dirigir esta investigación y tratar de reconducir este caso con "prudencia" porque fuentes de la investigación reconocen que casi sin haber arrancado ya han convertido al exvicepresidente "en un apestado". Por ello, casi con seguridad, Anticorrupción se opondrá a que el juez Andreu (que investiga Bankia y las tarjetas black ) le retire el pasaporte porque "ha cubierto" sus responsabilidades civiles sin problemas.