La evolución de la crisis provocada en el sistema bancario andorrano tras la denuncia estadounidense de presunto blanqueo de capitales mediante la Banca Privada de Andorra (BPA) hace cada vez más urgente una salida a este problema para evitar que contamine a todo el sector. Ayer, la agencia Fitch anunció que había puesto en vigilancia con implicaciones negativas las calificaciones Andbank, Crèdit Andorrà y Mora Banc Grup por la necesidad de reevaluar la situación de la banca andorrana ante los efectos potenciales derivados de la liquidación del BPA.

"La extensión de las rebajas dependerá también de la evolución en las próximas semanas, especialmente de la salida de depósitos y, potencialmente, sobre cómo afecte la liquidación de BPA a otros bancos", explicó Fitch.

La agencia lanzó esta advertencia el mismo día en el que se constituyó el Consell General, el parlamento andorrano, tras las recientes elecciones. El Gobierno de Andorra en funciones está trabajando a toda prisa para poder aprobar la ley de regulación bancaria, basada en una transposición de la directiva europea 14/297, que permitiría liquidar o reestructurar una entidad bancaria de acuerdo con las características de este sector.

El Govern espera poder contar con el texto la próxima semana y su jefe en funciones recalcó "la urgencia para tener un texto sólido". En este sentido, la elección del nuevo jefe de Gobierno podría acelerarse.

Por otra parte, se han detectado varias retiradas irregulares de fondos de Andorra. Las actuaciones más importantes tuvieron lugar el viernes en una inspección a un vehículo de dos vecinos de Valencia, en la que se encontraron con 72.000 euros escondidos.