China se extiende en las entrañas de la industria italiana. La empresa química China National Chemical Corporation, conocida como ChemChina y propiedad del Estado de la potencia asiática, ha oficializado el acuerdo para convertirse en el principal accionista de Pirelli, quinto mayor fabricante de neumáticos del mundo y proveedor exclusivo de la Fórmula 1.

El pacto, cerrado por la sociedad CNRC (China National Tire & Rubber), controlada por ChemChina, prevé, por una parte, la compra del 26,2% de Pirelli en manos del hólding italiano Camfin, hasta ahora socio mayoritario, en un plazo de tiempo que no vaya más allá de este verano. Por la otra, CNRC tiene previsto lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) sobre el resto de la compañía. El valor de la inversión superaría los 7.400 millones.

El objetivo es dejar a los socios minoritarios italianos y rusos (Rosneft) con menos del 50% de Pirelli, lo cual, en esta primera fase, ya ha implicado la creación de una nueva sociedad controlada por los chinos, Bidco, que ha sido encargada de llevar adelante la adquisición de la cuota de Camfin a un precio de 15 euros por acción. Un monto que, según la prensa italiana, es el mismo propuesto para la opa de los chinos, los cuales incluso si fracasaran en esta segunda operación se quedarían con el 51% de Pirelli.

Después de un periodo de seis meses de negociaciones y la contribución de gigantes como JP Morgan --asesor y prestamista de los chinos--, Italia solo tuvo un único bálsamo: el que la sede central y el actual consejero delegado del grupo --Marco Tronchetti Provera--, sigan siendo italianos. El presidente de Pirelli será, en cambio, elegido por los chinos. De ahí tal vez que Tronchetti Provera se apresurara ayer a declarar que el pacto con Pekín "no tendrá impacto alguno" para los trabajadores de Pirelli. Eso sí, la operación le sentó bien en la Bolsa de Milán, donde el título de Pirelli cerró con un aumento del 1.71%.