En enero del 2012, mientras la economía española parecía avanzar de forma inexorable hacia una intervención que finalmente no se produjo, Alemania provocaba la envidia de sus socios europeos con unos tipos de interés de su deuda pública que, por primera vez en la historia, eran negativos.

Mientras que el Tesoro español tenía que pagar el 1,330% por colocar sus letras a tres meses, los inversores estaban dispuestos a regalar dinero a Alemania para comprar su deuda. Por primera vez en la historia, los inversores pagaban al Tesoro germano (con un tipo de interés del 0,0122%), y no al revés, por tener su dinero a buen refugio.

El hecho, inédito, se interpretó entonces como muestra de la credibilidad y confianza de los inversores en la economía germana en medio de la crisis de deuda pública en que chapoteaba la zona euro.

Ni entonces, ni mucho menos en julio de ese mismo año (la prima de riesgo española superó los 500 puntos básicos y el país se situó al borde del precipicio de la intervención), se podía atisbar que España se iba a ver en esa misma situación.

Tras varios meses con tipos de interés en el entorno del 0%, las letras del Tesoro a tres meses llegaron a situarse ayer en terreno negativo en el mercado secundario, al intercambiarse a un tipo en torno al -0,020%, por primera vez en la historia. La semana que viene el Gobierno celebrará una emisión de letras a 3 y 9 meses y el tipo de interés podría situarse en cifras negativas también en el mercado primarios, como sucedió en Alemania en enero del 2012.

En toda Europa, los tipos se encuentran en niveles inusualmente bajos, al calor del anuncio del Banco Central Europeo de mantener el precio del dinero en mínimos el tiempo que sea preciso para avivar la recuperación y evitar la deflación. Sobre este entorno europeo se superpone la creciente confianza que despierta la reactivación de la economía española.

Todo ello está permitiendo al Tesoro español financiarse a un mejor precio y producir ahorros millonarios. Aprovechando la ola, el Tesoro ya ha cubierto en lo que va de ejercicio más del 80% de su necesidad de financiación a medio y largo plazo de todo el año.