¿Cómo es posible que la economía española haya pasado de caer más del doble que la del conjunto de la eurozona en el 2013 (1,2% frente al 0,5%) a crecer más que las de sus principales socios de la moneda común en el segundo trimestre de este año? La respuesta no es sencilla ni única. Para algunos es una prueba de que las reformas están dando sus frutos. Pero los más críticos advierten que responde sobre todo a factores estacionales y que España se contagiará más pronto que tarde del frenazo en la recuperación europea.

Entre los primeros, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ayer aseguró que los últimos datos demuestran que "se hizo lo que había que hacer", en referencia a las medidas adoptadas por su Ejecutivo. "No podemos pararnos y las reformas en España tienen que seguir y también en la Unión Europea, porque el mundo es muy competitivo", añadió. En la misma línea, la Comisión Europea defendió que países como España y Portugal crecen más que la media por sus "reformas audaces".

Joaquín Maudos, catedrático de la Universidad de Valencia, apunta que la economía española "se está beneficiando de la recuperación de la confianza del consumidor, lo que explica el aumento de la demanda interna". Una mejora que, a su juicio, responde a que "las reformas estructurales empiezan a dar frutos, así como a la recuperación del crédito". Pero no es momento de echar las campanas al vuelo. "Las perspectivas para España siguen siendo de recuperación, si bien es una mala noticia que la eurozona no crezca (y sus grandes economías) porque afectara negativamente a nuestras exportaciones. Para la eurozona, me temo que el conflicto con Rusia va a tener consecuencias negativas mayores de las inicialmente esperadas", advierte.

Javier Sánchez, analista de XTB, añade que no es necesario alarmarse por las cifras de la eurozona. La mejor evolución de la economía española respecto a las previsiones, explica, se basa en unos principios distintos de los que han provocado las caídas en otros países. "Mientras en el caso de Francia y Alemania el mayor peso en cuanto a la estimación de crecimiento se ha basado en la balanza comercial, en España hemos podido observar una reactivación basada en una mejora del consumo interno y unas muy buenas expectativas en base a las nuevas políticas fiscales implementadas por el Gobierno español", argumenta.

Desfase temporal

Otros economistas, no obstante, ven la situación de forma más negativa. "Hay un desfase temporal. El turismo pesa más en España que en otros países, y ha ido bien: el empleo en la hostelería ha ido bien, la EPA del segundo trimestre ha sido buena y hemos visto buenos datos de actividad. Pero ha sido todo por la demanda interna, no por la externa", sostenía ayer el profesor José Carlos Díez en La Sexta.

El Gobierno, defendió, debe revisar las previsiones de crecimiento de este año, pero a la baja y no al alza como prevé hacer tras las vacaciones. Las exportaciones, mantuvo, están estancadas, cuando el Ejecutivo estimaba que crecerían el 7% este año. También se mostró preocupado por la deuda, que ha superado por primera vez el billón de euros al alcanzar 1.007.319 millones en junio, el 98,4% del PIB.