Las diferentes partidas de gasto social son las que más van a sufrir el ajuste de los próximos años para lograr que el déficit del conjunto de las administraciones pase del 6,6% anotado en el 2013 al 1,1% programado para el 2017. También bajará de forma importante el peso de los salarios públicos. En este periodo, solo subirá el gasto en intereses de la deuda pública que pasará del 3,4% del PIB en el 2013 al 3,8%. Según el Programa de Estabilidad 2014-2017 el peso total del gasto público sobre el PIB pasará el 47,8% del PIB en el 2012 al 40,1% en el 2017. De este ajuste de 7,7 puntos, un total de 2,9 puntos recaen sobre el gasto social. Así, educación pasará de representar el 4,5% del PIB en el 2012 al 3,9% en el 2017.

El de salud, pasará del 6,2% al 5,3% del PIB por el efecto de la ordenación de la cartera de servicios básicos que deben prestar las comunidades (con un ahorro estimado de 700 millones anuales), la restricción en el uso de la tarjeta sanitaria (más de 1.000 millones de ahorro anual) o la racionalización del gasto farmacéutico y las nuevas medidas de centralización de compras.

Las partidas de protección social pasarán del 17,7% del PIB en el 2012 al 16,4% en el 2017 por el menor gasto en prestaciones por desempleo, estimado en 6.000 millones entre el 2013 y el 2017. También cuentan los ahorros por la revalorización del sistema de pensiones y que generará un aumento de las mismas del 0,25% en todo este periodo. La remuneración de los asalariados pasará del 11,3% del PIB en el 2013 al 9,5% en el 2017.