La tasa de inflación anual de la eurozona se ha situado en el 0,7% al finalizar el mes de abril, lo que representa un incremento de 0,2 puntos porcentuales respecto al 0,5% de marzo, según el avance provisional publicado por Eurostat, el organismo de estadísticas europeas. No obstante, la subida de la tasa de inflación es algo inferior a la esperada inicialmente por los analistas (0,8%).

La subida de la inflación ha sido propiciada por el encarecimiento anual del 1,6% de los precios de los servicios, coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa, y el aumento del 0,7% en los alimentos frescos. La energía, por el contrario, volvió a registrar un descenso de precios anual del 1,2% en abril. La inflación estructural o subyacente (sin alimentos frescos ni energía) subió 0,1 puntos hasta el 0,9%, pero sigue por debajo del listón del 1%.

A pesar de que la tasa de inflación se mantiene en niveles extremadamente bajos en la eurozona y muy alejados del objetivo de estabilidad de precios del 2% del Banco Central Europeo (BCE), el repute de la inflación en abril aleja la posibilidad de que la autoridad monetaria adopte en mayo medidas no convencionales para estimular la economía y alejar el peligro de la deflación o de un periodo prolongado de con una inflación extremadamente baja.

El BCE estima que la tasa de inflación se irá recuperando gradualmente a lo largo del año, aunque no llegará hasta cerca del 2% hasta el 2016.