La industria europea se encuentra ante lo que puede ser una nueva operación Airbus. Una buena parte de los aviones comerciales que vuelan en todo el mundo desde hace 14 años están fabricados en Europa por el grupo aeronáutico EADS. La misma filosofía que dio lugar al fabricante de Airbus en el 2000 se encuentra ahora en el germen de la unión de Alstom y de Siemens. Esta operación, que compite con la oferta de la norteamericana General Electric (GE), es la preferida por los sindicatos y es vista con interés por el sector industrial de cara a garantizar unos 7.000 puestos de trabajo en España.

EADS nació hace 14 años debido a la necesidad de dar viabilidad a la alemana Dasa, la francesa Aérospatiale-Matra y la española Casa. Desde entonces, los aviones de Airbus compiten con la norteamericana Boeing por los concursos para renovar o ampliar las flotas de las aerolíneas. Ahora, la situación financiera de Alstom ha llevado a buscar un comprador para el que inicialmente se perfilaba General Electric y para el que ahora se ha repescado la vieja idea de una fusión con la alemana Siemens, que tiene el apoyo político de los gobiernos de París y Berlín.

IMPACTO LABORAL La negociación es seguida con gran interés en España, que aunque está al margen de los centros de decisión aporta una parte importante de la estructura industrial de Alstom, Siemens y General Electric. A los casi 4.000 empleos de Alstom en España hay que sumar más de 3.000 tanto de Siemens como de General Electric. De esta manera, la operación puede tener repercusiones sobre unos 7.000 puestos de trabajo con cualquiera de las dos posibles compradores.

Desde España, se sigue con especial interés y "preocupación" las conversaciones que tienen lugar en Francia para la venta de Alstom. Inquieta especialmente la situación de la factoría de ferrocarriles de Barcelona. El fracaso de la negociación para reducir costes y ampliar la jornada y la flexibilidad laboral y la pérdida de carga de trabajo, han llevado la firma a aplicar un ERE temporal en la planta y a proponer 190 despidos en una plantilla de unos 600 empleados.

Para Javier Pacheco, representante de la federación de Industria de CCOO, "la compra de Siemens sería una operación que tendría sentido puesto que permitiría crear un gran grupo europeo de transporte ferroviario similar al que se hizo en su dia con EADS y Airbus para la aeronáutica. Permitiría más sinergias de grupo y más competitividad a nivel mundial con capacidad de crecimiento". La principal pega que ve a la opción de GE es que sólo compraría la división de energía, con lo que la de transporte ferroviario seguiría en manos de una Alstom más pequeña. En cambio, Siemens quiere comprar el área de energía y crear un grupo conjunto ferroviario.

El descuelgue de la división de transporte puede dejar en una situación de vulnerabilidad esa área de negocio al seguir dependiendo de Alstom. "El grupo francés se ha convertido en una patata caliente para la que hay que buscar una solución. París tiene que decidir algo de forma rápida", destacó ayer Miguel Pelayo, socio del área industrial de BDO Abogados. "Para Alstom, que es muy grande, sería bueno --añade-- formar parte de grupos saneados como Siemens o General Electric".