Los presidentes de las cajas que han sobrevivido a la crisis sin ayudas públicas no tendrán solo un año para optar entre la presidencia de la antigua entidad de ahorro y la de los bancos a los que han transferido su negocio.

El Gobierno, a través del grupo del PP en el Senado, ha decidido al final suavizar este plazo y fijar como tope mediados del 2016. El grupo popular introdujo ayer una enmienda a la nueva ley de cajas que permite a los consejeros de los bancos que lo sean también de las fundaciones en que se tendrán que transformar las cajas compatibilizar los cargos durante un periodo más amplio que el año previsto inicialmente. La más relevantes es que "en ningún caso podrán ejercerse funciones ejecutivas en el banco y en la fundación".

Además, el número de consejeros del banco que sean también miembros del consejo de la fundación no podrán suponer más del 25% del órgano de gobierno de la entidad financiera.

Asimismo, la compatibilidad entre ambos cargos se mantendrá hasta que el consejero agote su mandato en curso a la entrada en vigor de la ley, y "en todo caso no más tarde del 30 de junio de 2016", cuando tendrá que optar por uno de los dos cargos. De la misma manera lo planteó en el Congreso de los Diputados, pero el Gobierno no dio su brazo a torcer por la oposición de la troika. Su posición ha sido ahora más flexible, una vez acordado por el Eurogrupo dar por cerrado el rescate financiero a España.

La ampliación beneficia a Isidre Fainé (La Caixa), Braulio Medel (Unicaja), Amado Franco (Ibercaja) y Manuel Menéndez (Liberbank), mientras que Mario Fernández (Kutxbank) ya ha optado por presidir solo el banco.