Como no pocas veces pasa, una de las críticas más mordaces y lúcidas sobre las causas que llevaron a la crisis que ha sufrido España ha llegado por un canal poco ortodoxo. "Todos hacen juego, / nadie va a comerse el marrón. / Aprendiendo a nadar bajo el aguacero. / ¿Dónde está el dinero? / ¿Dónde está el dinero? / ¿Quién será el primero en hablar?", canta el gran Quique González en su último disco.

Al contrario que la energía, el dinero hay veces que desaparece: cuando las cosas pierden valor. Pero otras veces sí que se transforma, es decir, cambia de lugar. Es lo que está pasando, precisamente, en la bolsa española en el último mes. El volumen de negociación ha caído el 8% respecto a octubre. Y, como señala Javier Urones, analista de XTB, da la sensación de que "faltan inversores institucionales en el mercado de cara al final del año".

Como suele pasar cuando hay poco dinero en el mercado, las sesiones de estos días están marcadas por una fuerte volatilidad. Ayer tocó una sesión de subida, sustentada por una causa externa: los nuevos máximos históricos de Wall Street.

El Ibex 35, así, registró un alza del 0,81%, hasta 9.677,4 puntos, con lo que logró salvar la semana con una caída del 0,19% y la prima de riesgo estable en torno a los 236 puntos. Pero como no se produzcan novedades positivas se hace difícil pensar que vayamos a ver la habitual escalada bursátil de los cierres de ejercicio. Depende de que vuelva el dinero. ¿Dónde estará?