El presidente de EEUU, Barack Obama, ha anunciado en Miami su intención de impulsar la inversión en infraestructuras para "reconstruir" el país creando empleo, para lo que quiere la implicación del sector privado y el apoyo de ambos partidos políticos. "Os estoy proponiendo una alianza para reconstruir EEUU, una alianza con el sector privado, que cree puestos de trabajo modernizando lo que más necesitan nuestras empresas: modernos puertos para trasladar nuestras mercancías, modernas tuberías (...) y modernos colegios para nuestros niños", dijo Obama en una fugaz visita a Florida de tan sólo dos horas.

El mandatario eligió Miami para hablar de inversión en infraestructuras porque su puerto está inmerso en un ambicioso proyecto para unir la isla donde se encuentra con el continente a través de un túnel submarino que descongestionará el tráfico de buena parte de la ciudad. "El túnel creará un acceso más rápido y seguro a la autopista interestatal, lo que sacará de la zona del centro de la ciudad a más de 1,5 millones de camiones al año", dijo Obama.

Además, se está llevando a cabo el dragado del puerto --ante el que pasan unos 16.000 vehículos a diario-- para aumentar su calado y no perder cuota de mercado cuando el ensanche del Canal de Panamá haya concluido. "Es el mejor ejemplo de lo que propongo: autoridades estatales, del condado y locales lograron ponerse de acuerdo para financiar conjuntamente el túnel de Miami y también se asociaron con un grupo de empresas privadas del sector para que ellas financiaran también su diseño y construcción", explicó Obama.

BUENOS SALARIOS Con ello, se logra que "haya gente trabajando en esto con buenos sueldos", al tiempo que "se mejoran las infraestructuras y se refuerza la economía y la competitividad a largo plazo".

"Podemos hacer esto no sólo aquí en Miami sino en todo el país", instó el mandatario. En mangas de camisa y bajo el sol, explicó que su plan tiene tres pilares: el fondo de infraestructuras para atraer compañías privadas con que compartir riesgos y beneficios; bonos públicos para que las autoridades puedan atraer inversores en el ámbito de la construcción, y los programas de créditos para infraestructuras Tifia y Tiger. Estas iniciativas --que en buena medida ya fueron anunciadas en el pasado discurso del estado de la nación-- suponen un total de 21.000 millones de dólares, pero no pesan sobre el déficit público.