Los depósitos de más de 100.000 euros de los bancos podrían tener que contribuir en casos extremos a la resolución de futuras crisis bancarias, como ha ocurrido en el caso de Chipre, según ha reconocido la Comisión Europea. "El objetivo es que los contribuyentes no tengan que volver a pagar por los errores de los banqueros", como ha ocurrido hasta ahora, ha destacado la portavoz del comisario de Mercado Interior, Michel Barnier.

El proyecto de legislación europea sobre resolución de crisis bancarias actualmente en trámite en el Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) y en el Parlamento Europeo prevé que el saneamiento de un banco en crisis sea asumido primero por los accionistas, segundo por los titulares de deuda subordinada y participaciones preferentes, tercero por los titulares de bonos senior y, en última instancia, si fuera necesario por los depósitos que excedan a los 100.000 euros garantizados, con la transformación parcial del importe de los bonos y los depósitos en acciones de la entidad.

El objetivo es que la nueva legislación esté en vigor en el 2018 y esté complementada con un fondo de resolución de crisis bancarias, financiado por el propio sector, que también contribuiría a los costes del saneamiento.

Una caso único

No obstante, la Comisión Europea ha subrayado que Chipre es "un caso único" y que no debe verse como "modelo perfecto" para intentar diluir las dudas sobre la seguridad de futura de los depósitos bancarios de la eurozona, tras la declaraciones de la víspera del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y su defensa del modelo de rescate chipriota como patrón a seguir a partir de ahora.

La Comisión Europea también ha insistido que en el futuro no será necesario llegar a aplicar medidas tan drásticas como en el caso del ajuste bancario chipriota, porque el nuevo sistema reforzado de normas de capital y de supervisión bancaria europea evitarán que se repitan casos tan extremos de crisis bancaria como la de Chipre.