Este nuevo Papa con pinta de salao (como se miden estas cosas, claro: en comparación con el anterior; ya veremos por dónde nos sale) pedía ayer "a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social" que cuiden del planeta. "No dejen que los signos de destrucción y muerte, los Herodes de todas las épocas, desfiguren el mundo", les exhortaba. ¿Tendría en mente a los mandamases europeos y a esa lógica suya de que meter miedo a todos los ahorradores europeos vía Chipre es bueno para el euro?

Además del asesino bíblico de los inocentes, herodes (sí, con la primera letra en minúscula) define en castellano a un "hombre cruel con los niños". Pensando en el origen de la palabra Papa, igual Francisco ve a los pequeños ahorradores del continente como unos hijos a quienes ha de proteger, y de ahí el ruego.

No le faltaría razón. Y por si no bastara con el peligroso ridículo que están haciendo los que dirigen la Unión Europea, el parlamento chipriota no parece dispuesto a aprobar las condiciones del rescate. Si alguien les pregunta que pueda espantar a los inversores, pinten un cuadro como este a modo de ejemplo. Le quedará bien claro. No es de extrañar, por tanto, que el Ibex 35 bajase ayer el 2,2%, hasta los 8.321 puntos, y que la prima subiese a los 368 puntos básicos. La situación no es dramática, pero con estos líderes mejor no fiarse. Como dice el diccionario de la RAE, vamos de Herodes a Pilatos: de mal en peor.