El rescate de Chipre y la imposición, por primera vez en la eurozona, de una tasa a los clientes de los bancos para que contribuyan a evitar la quiebra del sistema bancario es un caso excepcional por las características tan especiales de ese paraíso fiscal. No existe ningún riesgo de que se vaya a aplicar una tasa a la chipriota en España y la garantía de los depósitos hasta 100.000 euros en caso de quiebra de un banco siguen vigentes en toda la UE. El nerviosismo de los mercados no es por las formas del rescate, sino por el temor a que el Parlamento no lo apruebe.