La locomotora económica del sector turístico tiene el motor gripado. Y la principal causa es la fuerte caída del consumo interno que ha acabado afectando con mucha fuerza a la demanda española de viajes. Al final, ha repercutido en las cuentas de resultados de la mayoría de empresas vinculadas directamente con el sector: compañías hoteleras, agencias de viajes y empresas de transporte, con un papel destacado de las aerolíneas aéreas y del ente que gestiona los aeropuertos, AENA.

Entre el expediente de regulación de empleo que afecta a este organismo (1.500 personas), los macroexpedientes de Iberia (3.800 empleos) y los problemas de Orizonia (cerca de 3.500 trabajadores), y otros puestos en marcha en empresas del sector en los últimos meses, se rondará la cifra de 10.000 empleos en juego.

Para José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, lobi del que forman parte las grandes firmas del sector turístico, estas cifras son la triste constatación de una advertencia que esta organización está lanzando desde que empezó la crisis económica: el sector turístico no vive solo del incremento de llegadas de visitantes extranjeros, sino que depende casi en la misma proporción del turismo interno. Y este se encuentra en caída libre.

"Calculamos que en el 2012 lo que nosotros ciframos como PIB turístico tuvo un retroceso del 1,6%, porque el 0,4% de incremento de la actividad por el mayor gasto extranjero fue insuficiente para compensar la caída del 3,1% del nacional", explica Zoreda.

Los efectos de este freno de la locomotora turística "ahora se visualizan con mucha más claridad con las crisis de Iberia y de Orizonia", añade el directivo, aunque reconoce que detrás de ambas hay problemas estructurales.

REVISAR EL MODELO Para el lobi turístico, la dureza de los últimos ERE demuestra también que "se necesita una profunda revisión del modelo turístico y de la política de transporte, para que se acomode más a las necesidades del sector". Así, considera un grave error el fuerte incremento de tarifas de AENA aplicadas en este ejercicio, por mucho que el ente gestor insista en que son de las más bajas de Europa.

El gran cliente del aeropuerto de Barajas es Iberia. El alza de las tarifas se suma al de los carburantes, al descenso del turismo español, la competencia del AVE