No es nada habitual que un ministro de Hacienda presente los datos de ingresos fiscales del Estado de un año sin esperar a tener las cifras de gasto con las que poder ofrecer el saldo. Pero Cristóbal Montoro está encantado de su labor y decidió ayer saltarse esta tradición. La recaudación vía impuestos del 2012, anunció triunfal, ha estado en línea con lo presupuestado.

El logro, eso sí, se alcanzó gracias a las distintas subidas de impuestos que el Ejecutivo se vio obligado a aprobar a lo largo del año para ingresar lo previsto, alzas que aportaron 11.237 millones de euros. "Es la quinta ocasión en que cierro un presupuesto del Estado y la quinta ocasión en que cumplo con lo que me comprometí con los españoles en la presentación de los presupuestos en marzo", se ufanó.

Pero pese a esta tajante afirmación, Montoro eludió aclarar si el déficit público del 2013 será el 6,3% pactado con Bruselas, en lugar de un desfase de en torno al 7% que todos los analistas dan por seguro y que el Ejecutivo reconoce en privado.

Con todo, afirmó que el debate dentro y fuera de España se centra ahora en "cuánta restricción presupuestaria hay que hacer" para financiar la recuperación económica. La respuesta a esa pregunta la marcará la senda de corrección a partir del año 2013, aseguró el ministro.

En cualquier caso, Montoro recordó que España ha hecho ya una parte del ajuste "muy importante" y superior a la de otros países europeos en términos de déficit estructural, por lo que el esfuerzo no tendrá que ser "tan intenso" en 2013 y en los años siguientes porque las reformas están devolviendo al país parte de su potencial de crecimiento.

EQUITATIVO La recaudación por impuestos alcanzó los 167.731 millones, un 4,2% más de que en el 2011. Sin las subidas fiscales, se defendió el ministro, habría caído el 2,7%. Los ingresos no financieros (tributarios y no tributarios) fueron de 215.517 millones de euros, lo que supone el 2% más de lo previsto.

Montoro también se esforzó en argumentar que el reparto de la carga ha sido "equitativo". La carga fiscal, mantuvo, subió más para las grandes empresas (5.925 millones más) y el 20% de los contribuyentes que declaran en el IRPF más de 30.000 euros brutos anuales (2.365 millones).

También negó que se plantee suavizar el objetivo de déficit de las autonomías si, como parece, Bruselas relaja el de España. "Si cambia, ya veremos, pero no ha cambiado. No hay novedades", sentenció. Respondió así al ministro de Economía, Luis de Guindos, quien había asegurado que el reparto de la carga será equitativo, lo que algunos medios interpretaron como una suavización de la postura del Ejecutivo.