La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado en un escalón el rating de Egipto, desde 'B+' a 'B' con 'perspectiva negativa', ante el deterioro de su posición fiscal y la inestabilidad política en el país, según informó la entidad en un comunicado.

La agencia destaca que la calificación 'B' refleja el equilibrio entre la presión en las reservas a corto plazo, la agitación política, una posición fiscal débil y deteriorada y la fuga de capitales, y supone que un programa del FMI no estará en marcha hasta después de las elecciones de la próxima primavera. Sin embargo, la situación de su deuda exterior es superior a la de países con la misma nota.

En concreto, Fitch destaca que el déficit del Estado aumentó hasta el 10,7% del PIB en su ejercicio 2012 (que concluyó en junio) y que los datos de los cinco primeros meses del actual año fiscal muestran un mayor deterioro. Así, añade que los gastos en subsidios, los pagos de intereses y los salarios del sector público se están incrementando al mismo tiempo que una débil economía lastra los ingresos.

Asimismo, destaca que, aunque se han logrado progresos significativos, la transición política ha sido "mal manejada" y han aparecido "serias divisiones" en la sociedad, provocando esporádicos estallidos de violencia. Además, agrega que las condiciones políticas están complicando la toma de decisiones económicas.

En esta línea, subraya que la inestabilidad política ha provocado un deterioro del crecimiento económico. En concreto, prevé que el PIB egipcio se incremente de media un 3,3% en los ejercicios 2013 y 2014, un ritmo insuficiente para generar las oportunidades de empleo necesarias en una economía a la que se incorporan 700.000 nuevos trabajadores cada año.