Mientras la troika fiscalizadora se paseaban por los despachos oficiales para ver si España ha empleado adecuadamente el dinero que dieron para rescatar bancos, el vicepresidente económico de la CE y el presidente del Parlamento Europeos (PE) se echaban las manos a la cabeza en un cónclave de sindicalistas, también europeos, por la alta tasa de desempleo de sus anfitriones. El dato conocido el viernes pasado de que el 50% de los jóvenes españoles se encuentran en paro es de difícil digestión. "Es inaceptable", dijo Olli Rehn. "Es una vergüenza", añadió Martin Schulz. Este último, presidente del parlamento de los Veintisiete, también recordaba que en su anterior visita a España se entrevistó con un grupo de jóvenes entre 18 y 30 años "con tres títulos académicos", enfatizó Schulz, "y todos estaban en paro". MERCEDES JANSA