En cualquier película de guerra tan necesarias son las escenas de fragor de batalla y bombardeos incesantes como las pequeñas pausas para que los protagonistas puedan mantener un diálogo o retomar su acción a cubierto de los enemigos. En la jornada de ayer, uno de los analistas habituales del mercado justificó las buenas jornadas de las cotizaciones desde que empezó el año con la frase emblemática de "ya no silban las balas" del 2012. Era la referencia a los tres temores que atenazaron a los operadores el año pasado: el riesgo de que China dejara de crecer a su ritmo de gigante, que EEUU sufriera de verdad al asomarse al abismo fiscal y que Europa no saliera de su colapso monetario.

Los tres temores han sido sustituidos por el afinado canto de los tres tenores: España cumple, a su aire, con sus compromisos de ajuste y se le premia con buena cotización de sus emisiones de deuda, el Eurogrupo renueva su confianza en el buen hacer del banco emisor y Alemania refleja un índice de confianza para este año que parece hacer sombra al dato real del estancamiento de los últimos meses. Y Wall Street reabrió sesiones tras la fiesta del lunes con los operadores dispuestos a mantener el Dow Jones en la mejor cota alcanzada desde el 2007.

Los mercados europeos, no obstante, cerraron con ligeras pérdidas, atribuidas a la toma de beneficios. El Ibex 35 cedió el 0,39% y se quedó al cierre en los 8.632,10 puntos. La mayoría de grandes valores cayeron entre el 0,30% y el 1,50%. Los valores que registraron leves ganancias fueron Inditex, Dia, y Abertis.