El polémico e inacabable apoyo público a la banca afronta un nuevo capítulo. El Banco de España anunció ayer que "espera" --todo un eufemismo típico del supervisor-- que BMN, Liberbank, Caja 3 y Ceiss (el banco de Caja Duero-España) "recurran a ayudas públicas" para cubrir los déficits de capital que padecen según el análisis de Oliver Wyman sobre el sector (encargado por el Gobierno por imperativo europeo).

BMN, Caja3 y Ceiss, así, traspasarán sus activos inmobiliarios tóxicos al banco malo a cambio de deuda de la sociedad avalada por el Estado y, además, recibirán una inyección de capital público: dinero europeo que pasará por el FROB, con lo que afectará a las cuentas del Estado. Si la nacionalización es total o parcial dependerá de las medidas que logren emprender para reducir sus necesidades de capital y de la valoración que se haga de los tres bancos.

CIFRA INCIERTA Por contra, Liberbank, en principio, solo tendrá que trasladar sus activos tóxicos al banco malo, con lo que se librará de tener al Estado como accionista. Oliver Wyman determinó que BMN necesita 2.177,1 millones de euros de capital, frente a los 2.063 millones de Ceiss (la antigua Caja Duero-España, que se estaba fusionando con Unicaja, una operación que ahora queda en el alero) y los 779 millones de Caja 3. Con todo, la inyección pública será previsiblemente menor, debido a que las entidades deberán vender bienes y al traspaso de activos al banco malo (operación por valor de unos 15.000 millones).

BMN, por ejemplo, ha planteado al Banco de España reducir sus necesidades de capital a 500 millones mediante la venta de participaciones empresariales, negocios y parte de la cartera de deuda, y la recompra de preferentes y deuda subordinada en manos de inversores institucionales. Lograría de esta manera reducir la presencia del Estado en su accionariado, pero necesitaría un año para llevar a cabo el proceso y no está claro que Bruselas le vaya a dejar.

El Popular e Ibercaja son, en opinión del Banco de España, las únicas entidades con necesidades de recursos que los lograrán sin ayudas. Además, el supervisores estima que los obtendrán "para finales de 2012", con lo que no precisarán de una inyección pública en forma de cocos (deuda convertible en acciones que les hubiera dejado en riesgo de ser nacionalizados en junio del año). El primero precisa 3.223 millones que prevé cubrir, principalmente, con una ampliación de capital de 2.500 millones. El segundo apenas necesita 226 millones, tras romper su fusión con Liberbank y Caja3, y ya negocia con inversores.

Con las nuevas nacionalizaciones, serán siete los bancos participados por el Estado: Bankia, Catalunya Bank, Nova Galicia Banco y el Banco de Valencia, además de BMN, Ceiss y Caja3.

Como únicos grandes bancos independientes quedarán Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Kutxa Bank, Bankinter y Unicaja (en función de lo que ocurra con su unión con Ceiss, que se decidirá en las próximas semanas), además de Popular, Ibercaja y Liberbank, si logran sus objetivos. Serán los actores protagonistas de la nueva ronda de fusiones que se avecina.